Las ciudades son microcosmos donde millones de personas viven, trabajan, se relacionan, crecen y evolucionan. Desde hace siglos, han sido un entramado espectacular para la vida de las personas, pero también han adquirido el calificativo de ‘smart’ o inteligente para promover soluciones digitales orientadas a solventar las necesidades de la población sin poner en riesgo el ecosistema.
En este momento, las elecciones de estilo de vida poco saludables de los niños, son una gran preocupación para las futuras Smart cities, ya que las enfermedades no transmisibles (ENT) representan el 71% de las causas de enfermedad, con el acecho de 250 millones de niños obesos en los próximos años y los problemas de salud mental, la educación inteligente es un clave en el desarrollo de ciudades inteligentes: la fórmula es educar el cerebro de la Smart city.
En este fin trabaja desde el 2018 el Programa Smart Healthy Children (anterior Smart Healthy Citizen), el primer programa educativo que tiene como misión la sostenibilidad y salud de la infancia, en futuras Smart cities con un método propio y amparado por informes ONU ‘Simple Ways to be Smart’, dirigido por UNU-EGOV. Y el primero que vela también por un tridente de sostenibilidad: su salud, su educación y su ciudadanía.
Hoy este Programa y Fundación, ha llegado a casi 50 mil personas, en ciudades o familias, una red de centros, desde que ya se logró su récord europeo de reducción del índice de sobrepeso infantil en Córdoba, en 2019.
Pero ahora tenemos el placer de hacernos eco del paso internacional de este programa español, para luchar por los grandes desafíos de Smart cities. Y es que ha sido admitido en el Grupo de temático WG1 de ONU «Enabling People-Centered Cities through Digital Transformation «de la Unión Internacional de Telecomunicaciones de ONU. Liderado por Cristina Bueti (UIT), Digital Dubai y P. Westerberg (UN-Habitat), tiene como objetivo brindar orientación y formular recomendaciones para impulsar la transformación digital sostenible.
Tras esta novedad entrevistamos a su CEO, Sheila Romera Aznar que ha liderado SHC desde el inicio para mejorar con este programa la inteligencia y gobernabilidad de la ciudad del futuro pasando por la salud de los más pequeños y con una marca internacional propia.
Woman Essentia.-Tras todo lo logrado, Smart Healthy Children cuenta con una trayectoria transformando los contextos saludables hacia smart cities ¿Qué importancia tendrá ser incluidos en este grupo y esto en los nuevos proyectos de la Fundación?.
Sheila Romera.- Mucha, ya que el cerebro de la Smart city, han de ser las personas y debemos velar por protegerla: educar para preservarla, es decir, la corriente que desplegamos, no reconoce Smart city si ésta, no es sostenible, por tanto, saludable. Estudiando sus hábitos, su comportamiento y replicando ecosistemas de transformación tanto digital como sanitaria, People-smart- Centered.
La importancia que tiene aportar y haber sido incluidos en este grupo de trabajo, será impulsar conceptos como «ciudades inteligentes y sostenibles», «ciudades inteligentes centradas en las personas» con recomendaciones hacia la educación y a la salud, aportando además metodologías que puedan ayudar al futuro en la gestión del ciudadano en una Smart city. Y crear un inicio de movimiento o revolución Smart healthy and sustainable.
Los temas que tratará esta línea de trabajo serán orientados a proporcionar una visión general de la transformación digital en el contexto de comunidades e identificar una serie de casos de uso relacionados con la mejora utilizando tecnologías emergentes, en ello SHC aportará cumpliendo con especialmente el ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles, ODS 4: Educación de calidad, ODS 3: Salud y bienestar.
Nuestros siguientes pasos pasan por proyectos que integren las tecnologías y abarquen más ciudades a través de una infancia alfabetizada saludable. Y es que ahora también estaremos patrocinados por la Fundación Ricardo Serrano, que tendrá un papel en cuidar de la salud de la infancia y llevar este programa a colegios, empresas, ciudades, y crear líneas también en hábitos saludables con la tecnología con robótica educativa, plataforma de asistencia a la salud, servicios nuevos…
Las ciudades deberán implementar tecnologías y políticas que mitiguen los desafíos de salud y enfermedades no transmisibles utilizando la tecnología y la educación, tanto como otros desafíos como climáticos y organizativos, esto responde a un urbanismo de autocuidado saludable por ello trabajaremos en todas nuestras franjas de acción a tal efecto.
WE.- Buscando a la Smart city sostenible y saludable. ¿Qué tiene que tener una ciudad para ser “Smart, healthy and sustainable ”.
SR.-Pues el Programa lanza ese reto, y lo tenemos como uno de nuestros proyectos, para encontrar la ciudad o territorio, que cumpla los KPIs que valora para ser no sólo la más saludable, sino la más inteligente y sostenible promoviendo medidas de apoyo y educación a la infancia y el método en que construimos sus nodos y tejidos saludables.
Esto no es una tarea fácil pero sin duda creemos que va a promover un nicho nuevo de trabajo y un campo de acción para dar a la educación y la prevención el lugar que merece en un nuevo urbanismo.
Significa no sólo lanzar un reto de salud dirigido a mejorar la salud de un estrato poblacional, que tenga repercusión real en la infancia, sino cumplir los KPIs que recomendamos y que el reto mediático sea replicable, accesible y mejore la calidad de vida en el tiempo propuesto.
Y para ello, se propone crear territorios con retos comunes, de salud, que involucren a todos con metas concretas con una metodología consolidada por ser: Smart, Measurable (medible), (Achievable) Realizable,(Relevant) y (Time-bound) plazo en retos.
Todos los urbanistas dicen que taller is greener (más alto es más sostenible). Sin embargo, cada uno tendrá que analizar el modelo de ciudad del que parte y reflexionar ex ante sobre el modelo que desea en el futuro y a partir de ahí desarrollarse. Ese es el paso previo clave que las administraciones públicas, especialmente las locales, que es a quien más compete este tema, no están haciendo correctamente.
“Existen iniciativas con gran impacto en la salud poblacional sostenibles, en su target e involucrados, pero aun existen carencias en el trabajo de metodologías y modelos público privados que actúen de modo multidisciplinar con un urbanismo Smart saludable”.
WE.- Uno de los bloques de Smart Healthy Children y Citizen, es la salud mental (Smart mind). ¿El futuro de la tecnología en smart cities será: mejorar la vida de los smart citizen o creará problemas para la salud?.
SR.-Si bien algunas formas de tecnología pueden haber hecho cambios positivos en el mundo, también hay evidencia de los efectos negativos de la tecnología y su uso excesivo. Las tecnologías, como las redes sociales, están diseñadas para unir a las personas, pero en algunos casos pueden tener el efecto contrario.
Se prevé que más del 80% de la población viva en Smart cities en próxima década y la tecnología de las cosas o IoT (Internet of Things) es una realidad marcada por el impulso del 5G y cada vez se hace más posible que, los objetos conectados convivan en el presente. España se sitúa en el quinto país de la Unión Europea en invertir en ello y el próximo año, el 62% de los dispositivos estará conectados a IoT.
La educación por tanto, parece clave para definir el modo de transformación digital y su impacto en las sociedades, en Smart Healthy Children hemos observado desde hace años los grandes beneficios de una gestión digital en niños correcta para ellos y sus familias. Pero de lo contrario, podemos tener consecuencias graves, sino se educa: la tecnología, puede ser la poción y antídoto para la salud o el veneno y enemigo: creemos que necesitamos redefinir no sólo su uso, en los niños: sin un buen uso puede afectarnos muy negativamente ya que la mayoría de los dispositivos electrónicos emiten campos electromagnéticos en los cráneos de los niños.
Cada vez hay más y más graves trastornos derivados del estrés
o nuevos síntomas psicológicos antes de los 14 años, el 51% de los jóvenes según un estudio sobre la ansiedad en los más jóvenes, realizado por la Universidad de Jaén en 2018. Así como la adicción a redes y a las tecnologías, y los grados de manipulación por su mal uso en el comportamiento. Los autores de una revisión sistemática de 2016 estudió el vínculo entre las redes sociales y mala salud mental. Por tanto creemos que es necesario hacer robustos planes sobre transformación digital y preparados para metaversos futuros y escenarios en realidades de Smart cities.
WE.-¿Qué consejos de educación en salud mental y física podemos seguir para evitar en niños el mal uso de la tecnología?.
SR.-Efectivamente los niños que abusan de la tecnología pueden tener más probabilidades de experimentar problemas, entre ellos: bajo rendimiento académico, falta de atención, baja creatividad, trastornos de sueño o ansiedad, retrasos en el desarrollo social y emocional.
Así que podríamos aconsejar:
Fijar un tiempo límite de uso.
Determinar que se debe pasar el mismo tiempo jugando y estando con sus amigos.
Insistir en que si necesitan el ordenador e Internet para realizar actividades escolares debe limitarse a que su uso sea sólo para esto.
Priorizar los momentos en familia antes que las TIC.
Recomendamos para atajar problemas como el sueño, tan importante para nuestros niños y en el futuro: autores de un estudio de 2014 encontraron que esta luz azul es suficiente para alterar el ritmo circadiano natural del cuerpo. Para evitar el impacto potencial de la luz azul en el cerebro, las actividades suaves para relajarse, hacer estiramientos suaves o bañarse..
Además recomendamos descansos activos que en nuestros centros como en el CEIP Sta Ana realizan magistralmente, ya que el uso de la tecnología promueve un estilo de vida más sedentario, que se sabe que tiene efectos negativos para la salud, como contribuir a: obesidad, enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2, y otros.
WE.- Vuestra receta para la sostenibilidad es apoyada por expertos de todo el mundo. ¿Cómo crees que debe enfocarse nuestro futuro si la receta ya no es la curación, sino la prevención”?
SR.-Esta necesidad se plantea ya por economistas, urbanistas y expertos en salud de todo el mundo (Edward Glaeser, Eleanor Glimp en la Universidad de Harvard, Le-Yin Zhang, University College London…), que afirman que es necesario reformular las economías para equilibrar la inversión con la preocupación por el medio ambiente y salud, para 2050.
La tecnología nos puede ayudar también a ser sostenibles o a que vivamos mejor: el análisis de datos permitirá un avance en la investigación, el procedimiento diagnóstico y terapéutico y la gestión para esa prevención que necesitamos. Pero también la multidisciplinariedad es un ingrediente fundamental: la empresa que viene realizando una importante inversión digital, debe colaborar de forma activa en la transformación, por lo que el sector público debe apoyarse en ella.
Además, creo necesario para esta sostenibilidad, y prevención realizar mejores estudios y educación para atender a cómo aprendemos, para saber cómo prevenir: nuestra metodología, basada en el ABR, Smart Education por ejemplo, trata de generar hábitos que promoverán nuevas creaciones sinápticas entrenando estimulaciones sociales en la familia y grupos de pares. Sandrine Thuret, neurocientífica del King’s College de Londres, es una de las principales investigadoras de la neurogénesis del mundo, sostiene con contundencia que el hipocampo genera neuronas fundamentales para los procesos vitales y adoptando unos hábitos de vida saludables pueden reforzarse sorprendentemente.
En definitiva: para la próxima década debe producirse un cambio de enfoque, de tratar enfermos a pacientes, y el objetivo pasará a ser cuidar la salud de las personas y la prevención.
Desde mi trabajo a cargo del Programa Smart Healthy Children y la Fundación que nos patrocina, vamos a trabajar tanto desde nuestros proyectos como ahora en este grupo WG1 «Enabling People-Centered Cities through Digital Transformation de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, para que las comunidades Smart que se enfrentan a desafíos en su sostenibilidad (población, envejecimiento, enfermedades, clima…), puedan educar a su nueva ciudadanía y velar por su cuidado saludable.
Con modelos de cooperación versus competición; y redes educando en un nuevo modelo que les permita desarrollarse en contextos para los que ha de adaptarse, esto es velar por su sostenibilidad y por nuestro futuro.
Muchas gracias Sheila por tu tiempo y por ese trabajo tan interesante
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