Desde que empecé a tener hijos creo que es cuando empecé a ser invisible, y convertirme en “la madre de…”, reconozco que no sólo era hacia mí, sino de mi hacia las demás. Mi agenda del móvil está llena de: madre de …, madre de… y madre de …. Los hijos pasan a ser la referencia y, sobretodo, nuestros temas de conversación, nuestra vida empieza a girar entorno a ellos, sus comidas, ropa, actividades… Si además eres de las que has elegido libremente reducir tu ritmo de trabajo, o incluso dejar de trabajar temporal o definitivamente, ya dejas de existir literalmente. No eres nadie, incluso para las propias mujeres. En los cumpleaños era inevitable la pregunta ¿a que te dedicas? ..¡Cómo si fueran poco criar a cuatro hijos!.
A pesar de que todos hemos tenido madre, sin cuya irreemplazable existencia no estaríamos aquí, de que las queramos con todo nuestro corazón, y nos quieran…paradójicamente, la maternidad en sí no tiene el reconocimiento que se merece. Hoy se está empoderando a la mujer profesional, pero no a la mujer completa.
Hoy se está empoderando a la mujer profesional, pero no a la mujer completa.
ACCIONA ha felicitado a las madres estos días con un video potenciando las dos facetas de la mujer, pero olvidándose de aquellas que libremente deciden ralentizar su trabajo, o incluso abandonarlo en beneficio de su familia, coartando así la libertad real de decidir, porque parece obligado continuar para seguir existiendo. Es cierto que hay que puntualizar que cada vez es más, trabajar es una obligación porque, ante la ausencia de ayudas, con un sueldo no vive una familia.
Pero la maternidad es una faceta biológica indiscutible nuestra, como analiza mi gran amiga África Zanella, consultora de la ONU y Presidenta de CGSE-Spain, y deberíamos cuidarla más si queremos ayudar realmente a la “mujer”.
Maternidad y paternidad van de la mano aunque parezca que se hayan separado, por un lado, es la mujer quien elige, y por otro, cada vez hay más mujeres cabeza de familia, solas. Sin embargo, hay la ausencia de políticas de ayuda reales a la mujer y la maternidad es una realidad. La mujer tiene que empoderarse, pero la mujer completa, sin renunciar a su faceta biológica, para lo cual hay que darle las armas para ayudarla a hacerlo. En Suecia, la baja por maternidad-paternidad puede ser de hasta 16 meses, e incluso pasa a ser el doble si son gemelos, período durante el que reciben el 80% del sueldo. Además de que si deciden no volver, el Estado les da una paga de 300 euros que, aunque no es mucho, si implica cierto reconocimiento.
El principal problema de nuestra sociedad es que si no se cuantifican los datos en productividad, no tiene valor nada. Pues según la ONU, si los cuidados y el trabajo doméstico realizados en el hogar tuvieran valor económico representarían entre el 10 y el 39% del PIB.
El principal problema de nuestra sociedad es que si no se cuantifican los datos en productividad, no tiene valor nada.
Se da mucha importancia al empleo remunerado, pero toda entrega o trabajo, que incluso se desarrolla sin horario, es “invisible”. Y, en este caso, la falta de protección a la maternidad va en detrimento, no sólo de la mujer (que en muchas ocasiones llega a renunciar a su faceta biológica), sino de las futuras generaciones, desde su cuidado y educación, hasta la supervivencia de las mismas.
Las previsiones del INEM dan que pensar, según sus datos, en el año 2066 en nuestro país habrá más de 14 millones de personas mayores de 65 años, es decir, el 34 % de la población. Siendo esta cifra actualmente de 8,6 millones de personas, además de que la esperanza de vida de España es una de las más alta de Europa (85,4 años para las mujeres y 79,9% para los hombres ).
Alejandro Macarrón, en un reciente artículo en EL PAIS, nos lo recuerda cuando dice que “necesitamos muchos más nacimientos en España, y sólo por el tema actual de las pensiones”, sino porque “cada nueva generación de compatriotas es un 35% a 40% menos numerosa que la anterior, poniendo simplemente en riesgo a la larga nuestra continuidad como sociedad”. Hace un llamamiento a los políticos, sin duda, para favorecer medidas que protejan y estimulen la natalidad, y con ello a la mujer, “porque hacer lo contrario expone al riego de dañar la economía y de fractura intergeneracional”.
Laura Gutman, en su libro “Mujeres visibles, madres invisibles”, nos da la clave para ayudar verdaderamente a la mujer, según su análisis “..Por eso el problema no es trabajar, el problema es regresar a casa y tener disponibilidad emocional para entregar al niño, ya que en ese momento entramos en una dimensión desconocida, invisible, desvalorizada, por lo tanto inexistente. Nadie quiere vivir en la invisibilidad. Muchas veces el trabajo es nuestro refugio, nuestra identidad, nuestra valoración. Pero profundamente, no es el trabajo lo que entra en contradicción con la maternidad, es el uso que hacemos de él.”
Por tanto, como la maternidad va asociada a la mujer de forma inseparable, si quieres ser feminista de verdad, cuanto más se valore la maternidad, a la mujer madre, más ayudaremos a la “mujer “. ..y que mejor regalo para este día.
¡Feliz día de la Madre a todas las madres del mundo!
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