«Si decimos que somos una sociedad justa no podemos tener personas en prisión por hablar de sus ideas», Naomi Tutu.(@liliantintori)
“Yo me presento ante una justicia injusta”, eran las palabras de Leopoldo López antes de subirse al vehículo que lo llevaría a la cárcel el 12 de febrero de 2014.
Y es que lo legal no es garantía de justicia, como se pone de manifiesto en estas situaciones donde la manipulación de la legalidad se produce bajo un abuso de poder cuya mano dirige la justicia, produciendo así un efecto contrario al que debería, y desamparando al ciudadano, que queda sin protección, ya que este ejercicio del poder impide el uso de la libertad de expresión (en el buen sentido de la misma, y no lo que estamos viendo en la nueva casta política española) e intenta minar la credibilidad de las personas y su dignidad.
Leopoldo López fue condenado el 10 de septiembre del 2015 a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas en prisión por conspiración, incitación a delinquir, incendio y daño a la propiedad pública, terrorismo, entre varias cosas más, en una farsa de juicio por invitar a los venezolanos a conquistar un cambio pacífico democrático y constitucional, pagando esta acción con el precio de su libertad.
Estos días hizo dos años desde su encarcelamiento, pero esto no ha minado su ánimo, bien al contrario, en una entrevista “camuflada” para El Mundo, dice esperanzado que sabe que saldrá en libertad, y seguirá luchando por ella. En esta situación entrena su cuerpo y su espíritu con disciplina, hace meditación, yoga y lee la Biblia a diario, «para seguir siendo libre en fuerza y espíritu, fortalecido y sin odio, ya que este es el que ha llevado al país a esta crisis humana tan severa,» según sus propias palabras.
Como detrás de un gran hombre, dicen que siempre está una gran mujer, es precisamente ella uno de sus más grandes apoyos. Lilian Tintori, activista por los derechos humanos, organizó en estos días un Foro en defensa de los derechos humanos y para pedir la liberación de los presos políticos de la Asamblea Nacional. A dicho evento asistieron Lech Walesa, premio Nobel de la Paz, quién apuntó: “Se necesita tener solidaridad, una situación donde todos se sientan juntos y todos digan:¡basta!.»
También acudieron en apoyo de la demanda de Lilian, Óscar Arias, Naomi Tutu, hija del premio Nobel de la Paz Demond Tutu, Ndaba Mandela, y el expresidente colombiano Andrés Pastrana.
En palabras de Óscar Arias, “De la libertad de Leopoldo López depende que Venezuela vuelva a ser reconocida como una democracia”.
«Hay que cambiar- según comenta Leopoldo en la entrevista- el modelo que fracasó», y esto está demostrado cuando vemos la situación de crisis en la que está el país y el saqueo del mismo. Asusta ver como este desastre es modelo para algunos políticos españoles, a los que Lilian pidió ayuda en su recorrido mundial buscando apoyos para liberar a su marido. En una entrevista de Vanity Fair del pasado julio, Lilian denunciaba como pidió ayuda a Podemos para que pidieran la liberación de Leopoldo López sin ningún éxito. “Ellos dicen ser defensores de los derechos humanos, ¿por qué no se pronuncian? Tienen toda la información sobre los presos políticos en Venezuela pero callan”, eran sus palabras.
También argumentaba:
“Esta no es una lucha de derechas o izquierdas, como puede verse desde España. De hecho mi esposo es de centro izquierda”. ”Es una lucha por la libertad. No somos opositores al régimen, sino a la ausencia de una vida digna. A la falta de alimentos, medicinas y pañales”.
El texto que a continuación reproducimos fue publicado en el blog de Leopoldo López el día 18 de febrero y es un halo de esperanza.
A dos años de mi injusto encarcelamiento.
Hoy cumplo 2 años de injusto encarcelamiento. Hace dos años, alzamos nuestra voz e invitamos a los venezolanos a conquistar un cambio pacífico, democrático y constitucional. Estábamos preocupados por la situación del país y, más allá, seguros de que esa situación se agravaría a tal extremo, que el colapso de este modelo equivocado haría pagar a nuestro pueblo la factura de su fracaso. Una factura que hoy la pagamos todos, menos la élite gobernante más corrupta e ineficiente de nuestra historia, la cual ha saqueado y robado las riquezas de los venezolanos. Quienes emprendimos esta tarea, estábamos convencidos de que había que reaccionar, que había que despertar conciencias y sabíamos que debíamos iniciar una lucha que podía llevarnos un mes, dos meses, un año o dos, pero que si no iniciábamos, ese cambio jamás llegaría. Hoy cumplo dos años de injusto encarcelamiento, dos años preso físicamente pero libre en mente y espíritu. Sé que pronto voy a salir en libertad y cuando lo haga estaré más fuerte de alma, mente y cuerpo. Saldré fortalecido y sin rencores; el odio y el resentimiento son las reacciones propias de quienes han llevado a nuestro país a esta crisis humana tan severa, y han intentado hacernos, física y espiritualmente, más pobres e infelices. Voy a salir en libertad para seguir luchando por las mismas causas por las que siempre he luchado, y voy a seguir luchando mientras tenga vida, las mismas nobles causas por las que fui encerrado: el bienestar y prosperidad de nuestro pueblo, la defensa de la democracia y la libertad de los venezolanos. Hoy cumplo dos años de injusto encarcelamiento, pero profundamente esperanzado, porque cuando veo a toda la Unidad Democrática más dispuesta que nunca a concretar este 2016 el cambio que tanto deseamos los venezolanos me digo que ha valido la pena, y que importa poco lo que intente hacer la dictadura porque sus horas están contadas. Hoy 18 de febrero, nuevamente ratificó a mis compañeros de la Unidad mi compromiso para lograr cuanto antes, el cambio político que el pueblo venezolano pide a gritos. Acordemos desde ya si es el revocatorio, la enmienda, la renuncia o la constituyente. No obstante, sea cual fuere el mecanismo que definamos de consenso para lograr la salida a este desastre, hoy nuestro debate más importante debe estar centrado en la construcción de un gran acuerdo nacional que permita la entrada a la Venezuela de los próximos100 años. Aunque el tiempo es algo que he aprendido a dominar y no me atormenta gracias a que he estrechado mi acercamiento con Dios, sé que voy a salir en libertad para avanzar juntos en ese nuestro sueño de alcanzar la mejor Venezuela, la de la paz, el bienestar y el progreso. Una Venezuela que surja de un gran acuerdo nacional que garantice que todos los derechos sean para todos los venezolanos. Allí es donde quiero invitar a nuestro pueblo a poner la mirada desde ya. Vean esa Venezuela donde vivamos con dignidad y, en principio, tengamos satisfechas las cosas más básicas de una sociedad. Que tengamos un sistema de salud que cure a los enfermos; un sistema educativo que eduque; una seguridad social que ampare a la población vulnerable; policías, jueces y fiscales que protejan; una economía que produzca alimentos, empleo y bienestar. Sí se puede Venezuela, y para ello debemos ir más allá de tomar unas medidas o formular unas políticas públicas que le pongan paños calientes a los problemas. Debemos cambiar un modelo que fracasó y Reconstruir la Convivencia Democrática, Impulsar una Economía y una Sociedad más Justa e Incluyente, Segura y Soberana que permitan acabar con la escasez, la inflación y el desempleo, y que tenga como prioridad el fortalecimiento de la producción nacional y así Colocar nuevamente a Venezuela en el lugar que le corresponde en el mundo. Sí se puede Venezuela, sí se puede y juntos lo vamos a lograr.
Fuerza y Fe
Leopoldo López
Cárcel Militar de Ramo Verde
Fuente:
http://diariodeleopoldolopez.blogspot.com.es/2016/02/a-2-anos-de-mi-injusto-encarcelamiento.html?m=1, El Mundo, @liniantintori