Los niños se divierten, crean, imaginan, participan, forman equipo y disfrutan aprendiendo de sus iguales. El teatro resulta una actividad lúdica, educativa y de prevención de la salud mental, que potencia el desarrollo integral del niño. “El teatro ofrece muchos beneficios a los niños. Ellos juegan representando papeles de otros personajes, la dramatización (un hito del desarrollo infantil entre los 24 y los 35 meses de edad) de adultos y niños. Aprenden a ponerse en el lugar de otro”, declara Paula Martínez González, psicóloga infantil.
Esta rama de las artes escénicas posee fundamentos pedagógicos, entre ellos, permite valorar la importancia del trabajo. Los niños se esfuerzan en mejorar su papel, ensayan, se corrigen, comprueban el tesón de sus compañeros…, todo ello, para alcanzar la meta con la puesta en escena final.
Para la experta, practicar teatro permite disfrutar de sendos beneficios a diferentes niveles:
- A nivel social:
- La imaginación y la creatividad ayuda a los niños a mostrar sus sentimientos, intereses, deseos, y emociones.
- Se fomenta el vínculo entre iguales, a la vez que se aprenden valores sociales como el respeto, la colaboración o la empatía.
- En el apartado emocional:
- Favorece el desarrollo del autoconocimiento, la identidad y el autoconcepto, esto es, la autoestima. El drama creativo promueve el mirarse uno mismo y a los demás de una forma saludable.
- En la vertiente cognitiva:
- Permite optimizar las capacidades lingüísticas de comunicación y expresión oral. Es decir, influye positivamente en el vocabulario, la fluidez, la creatividad y la atención, tomando conciencia de los elementos no verbales.
- Mejora el pensamiento simbólico, esto es, la capacidad de transformar objetos inertes como, marionetas y muñecos, en personajes vivientes. Esto permite a los niños distinguir fantasía de realidad.
- Interviene en la capacidad de representación mental, del propio esquema corporal.
La actriz Melania Cruz
Melania Cruz (Lugo, 25 julio de 1983), actriz, ofrece clases de teatro a niños en Tics-Espazo de Formación Artística en Ourense. Cruz es diplomada en Magisterio y Titulada Superior en Arte Dramático. Está especializada en Interpretación Textual en la Escuela Superior de Arte Dramático de Galicia (ESADG). Completa su formación con un Máster en Pedagogía y Animación Teatral por la Universidad de Vigo.
En el año 2012 funda con otros profesionales ilMaquinario Teatro. En 2016 emprende un proyecto junto al director y actor Tito Asorey : A Quinta do Cuadrante, con el que estrenan O Empapelado Amarelo. Esta representación se ha podido ver en festivales como Escenas do Cambio, Singular o USCénica. Ese año recibe el premio María Casares a la Mellor Actriz Protagonista por Xardín Suspenso.
En el 2018 recibe el Mestre Mateo a la Mejor Actriz Protagonista por DHOGS (opera prima de Andrés Goteira). En el 2019 recibe el Premio Mestre Mateo como mejor actriz de reparto por Trote, de Xacio Baño. En el 2020 le dan el Premio Cinema Galego do FICBUEU a la trayectoria profesional.
En cine ha trabajado en proyectos como A Esmorga, dirigido por Ignacio Vilar, con quien también ha trabajado en Sicixia y recientemente en María Solinha. Interpreta a Rosalía de Castro en Contou Rosalía, dirigida por Zaza Ceballos, primera ficción audiovisual sobre la escritora gallega. Además, forma parte del reparto de Trote, ópera prima de Xacio Baño. Su última participación en cine ha sido dando vida al personaje protagonista junto a Morris en ONS, de Alfonso Zarauza.
Ha pertenecido al reparto en series como Urxencia Cero, Serramoura y la recientemente emitida A estiba, entre otras.
La magia del teatro en los niños
Melania Cruz tuvo claro que quería dedicarse a la interpretación a la edad de 19 años. Estudiaba su primer año de Magisterio. “De pequeña hacía teatro y mi familia comprobó sus beneficios. En la adolescencia pensé en la idea de convertirme en actriz, en parte por el apoyo de mi profesora, la actriz, artesana y titiritera Marga Portomeñe”, revela la artista.
La abuela de Cruz fue un gran apoyo para ella desde el primer instante en que sopesó la idea de interpretar a nivel profesional. No obstante, le recomendó que no abandonase sus estudios y que terminase la carrera para luego hacer arte dramático. Por este motivo, pudo costearse ella misma la carrera.
“A día de hoy mis padres me apoyan y valoran mi trabajo, pero no consideraban que pueda ser una posibilidad laboral debido a la inestabilidad inherente a la profesión actoral”, afirma Cruz.
La profesora de teatro conoce lo que supone el trabajo con niños, asevera que no hay una edad estipulada para iniciarse en la expresión dramática. Adicionalmente observa múltiples beneficios en torno al teatro a nivel de comunicación, desarrollo de las capacidades cognitivas, motrices y de expresión oral. “El teatro contribuye al autoconocimiento, al modo de expresarse no solo en escena, sino en la vida diaria, y posibilita ganar una mayor confianza en uno mismo. Favorece, además, la adquisición de habilidades adaptativas de los niños en diversas situaciones. Esto es, experimentan la vivencia de variadas circunstancias como si fuesen reales y eso les permite ejercitar su empatía y su escucha”, subraya la intérprete gallega.
Enseñanza para la vida
Cruz asegura disfrutar trabajando con niños y viendo cómo se superan, se sienten libres y logran adaptarse a escenas o momentos de obras y trabajos en los que se ven envueltos. “Los padres son conscientes de los beneficios que el teatro obsequia sus hijos. Pesan mucho las convenciones sociales y la imagen que queremos proyectar ante otras personas. Por tal hecho, poseemos ciertos bloqueos que el teatro ayuda a trabajar. Sin embargo, también es muy gratificante observar la forma de salvar ciertas barreras”, confirma Cruz.
La actriz sostiene que es esencial la formación para dedicarse al teatro a nivel profesional y el ejercicio arduo de sus capacidades comunicativas, musicales, coreográficas o literarias, entre otras. Será así como ganen más confianza en sí mismos y a la hora de afrontar tesituras que trae el día a día. “Ni los niños ni sus familias deben descuidar su salud física y mental. No han de tener miedos ni tabúes para acudir a un especialista cuando lo estimen oportuno”, expresa la profesora de teatro. Y lamenta que no se le dé la importancia que requieren las enfermedades mentales. Del mismo modo recuerda que recientemente y más por la pandemia, existen voces desde la cultura y el deporte, que apuestan por la visibilización para esta seria problemática social y la naturalidad como ocurre con otras dolencias.
Por todos los razonamientos expresados con anterioridad, cabe certificar que los beneficios que brinda el teatro a los niños son incuestionables. Y es que:
“El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan en la escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo que se les vean los huesos, la sangre” (Federico García Lorca)
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