Mi interés y ganas de conocer a Almudena Negro, sin intención de destacar ninguna inclinación política, viene por un discurso que la oí una vez sobre la mujer. Porque cuando las palabras tienen sentido y lo que se defiende no está vacío de contenido, no hay más remedio que rendirse a la evidencia.
En nuestra charla descubrí a una mujer con una formación y lógica aplastante, de esas que no abundan mucho a pesar de ser España uno de los países del mundo con más mujeres dedicadas a la política. Según datos del INE del año 2019, si miramos el mundo de la política, el gobierno y la Administración, el porcentaje de puestos ocupado por mujeres era de un 58,8%
La distorsión tan grande sobre la mujer, el feminismo de enfrentamiento, carro al que muchos,-me atrevo a decir que sin ningún compromiso real-, se están subiendo por chupar del bote, sumado a la demoledora ideología de género que nos están imponiendo hasta «en la sopa», hacen cada vez más necesario que mujeres como ella hablen claro. ¿Qué opina Almudena Negro de la situación actual?
Almudena Negro.– Ahora hasta niegan el sexo como dato biológico… Estamos en el ‘terraplanismo’.
Woman Essentia.- La venida de la posverdad ha traído la manipulación de los conceptos, se vacían de contenido y les dan otro significado que no tiene que ver con la realidad…
AN.- Son ingenieros sociales. No cambian, siempre han sido así.
WE.- Eres periodista, pero ¿te has dedicado siempre a la política?
AN.- No, salí y me dediqué a mi profesión que es el periodismo, aunque ejerciera un periodismo dedicado a la política. Pero lo que es política en activo, llevo desde mayo de este año. Me fui con Isabel Díaz Ayuso porque quería estar con ella.
WE.- La mayoría de los políticos actuales son personas que no han hecho nada más que estar en la política, han ido subiendo en el partido, y no han tenido trabajo reconocido o de gestión fuera de la política. Esto contribuye también a que se les cuestione.
AN.- Yo sé perfectamente lo que es ser mileurista, trabajar por horas, sé perfectamente lo que es trabajar como autónomo. Todo lo que tengo es por mi trabajo en el ámbito privado, ninguna vinculación con la pública. He aprovechado este año para acabar un máster de Big Data. Comprendo perfectamente cómo funciona el mercado. Hay que estar en permanente reciclaje, lo entiendo y me gusta. Mi actividad política actual es un paso circunstancial, si me meto en política, es por un lado por Isabel Diaz Ayuso, a la que conozco desde hace más de una década y me convence, y por otro lado porque estamos en un momento político en el que hay que dar un paso al frente. El desafío actual es muy grande y lo estamos viendo en todos los ámbitos: político, económico, social… Estamos ante un giro autoritario.
WE.- Totalmente cierto, es una manipulación y dictadura dentro de una democracia, quieren destruir a la persona manipulándola en todos los ámbitos. Además quién iba a decir que tendríamos a los comunistas en el Gobierno, ¡En la Europa del siglo XXI! Estamos dejando a los jóvenes desprotegidos, Orwell y Huxley se van a quedar cortos.
AN.- Yo hablaría más bien de un leninismo cultural, hablaría de la sovietización de Europa y de cómo las ideologías, de raíz nacionalsocialista, han hecho un refrito entre el leninismo y el nacional, y estamos en el leninismo cultura brutal que se ve sobre todo en los medios de comunicación y en la educación.
WE.- ¿Crees que está toda Europa igual?
AN.- Yo creo que es toda Europa. Otra cosa es que España sea la caricatura, por los personajes que tenemos aquí, de lo que está sucediendo, pero yo creo que la sovietización abarca a toda Europa, salvo quizás Alemania, que ha resistido más a estos envites, quizás por la propia idiosincrasia del país y porque allí la izquierda sí que hizo un cambio real hacia la socialdemocracia. Pero aquí en España nunca ha habido una social democracia, aquí el Partido Socialista se sigue llamando «socialista». Ellos entroncan su legitimidad con la Primera República, no con el cambio al ‘Welfare State’, ¿cómo hacen otros partidos socialistas que ahora están desapareciendo en Europa? Creo que España ha sido siempre un poco el campo de experimentación en Europa de esta gente más autoritaria.
WE.- Hasta ahora, solo ha habido alguna manifestación de socialistas de la vieja guardia en contra de la forma de actuar del Gobierno. ¿No hay socialistas tanto en el partido, como en la base votante que esté en contra? Esto da miedo porque parece que todo el mundo está callado y no hay posibilidad de llegar a un consenso así. Afianzan el autoritarismo si no sale ninguna voz interna que sea capaz de hacer autocrítica.
AN.- En un estado de partidos, en los que el que tiene el poder es quien designa quien entra en una lista, y habiendo mucha gente que se dedica profesionalmente a la política, aunque lo piensen no lo van a decir. Y esto pasa en todos los partidos, incluso en los de reciente creación.
Hay que ir a listas abiertas, pero no eso solo, en el Senado son abiertas, sino desbloqueadas, es decir, donde los partidos pierdan el poder en favor de los representantes de los representados, para que haya una verdadera representación
WE.- ¿Qué opinas de las listas abiertas?
AN.- Estoy totalmente a favor. Si pierdo he perdido, quiero ser elegido por mí mismo.
Me gustan las elecciones americanas y las británicas, incluso me puede convencer como un paso adelante el sistema mixto alemán, en el que se elige por un lado la lista de partidos y por otro a personas.
Desde luego hay que ir a listas abiertas, pero no eso solo (en el Senado son abiertas), sino desbloqueadas, es decir, donde los partidos pierdan el poder en favor de los representantes de los representados, para que haya una verdadera representación.
WE.- Votamos siglas por inercia, pero sin poder optar a quien de verdad nos gustaría.
AN.- Votamos al candidato, pero en realidad estamos eligiendo en una lista cerrada y bloqueada. Hubo un intento muy interesante en la Comunidad de Madrid por Esperanza Aguirre que no salió porque la izquierda se opuso. El intento consistía en crear demarcaciones electorales en Madrid y que te tuvieras que presentar por tu demarcación compitiendo en listas abiertas.
Si en los municipios de menos de 200 habitantes votan lo que se llama a Concejo abierto, en listas abiertas y desbloqueadas ¿por qué no podemos hacerlo en municipios mayores?
WE.- Habría gente más formada…
AN.- O quizás no, Antonio Maura tiene un ensayo sobre el municipalismo muy interesante que explicaba que al principio saldría todo tipo de ‘frikis’ de la política, pero al final acabaría equilibrándose la cosa porque el elector no es tonto. No se puede evitar gente sin preparación, pero sí puedes actuar para que ese ‘friki’ que ha salido y que no cumplió lo que prometía, se vaya a su casa.
Por ejemplo, Ronald Reagan era actor, no tenía una gran formación, pero tenía las ideas básicas muy claras, defendía la libertad, los derechos individuales y sobre todo tenía un proyecto político. Esto es lo importante de un político.
Ya hemos tenido gobiernos de personas formadas, Rajoy, gobiernos de abogados del estado, y hay poca gente más formada que ellos…
WE.- Estamos en un momento de inercia y casi dejadez, por miedo al que dirán, se critica y cuestiona a muerte cualquier actuación del Partido Popular por la izquierda y hay miedo al insulto fácil. Parece olerse el silencio y miedo a actuar, es como querer dejar que los otros mueran por sus actos y ya me tocará.
AN.- El principal problema del Partido Popular ha sido la caída de millones de votos y no es casual y yo no lo achaco a la economía. Es decir, cuando te hablan de la gestión, si lo único que contase para un elector fuera la gestión, el Partido Socialista no ganaría jamás porque son incapaces de gestionar nada. Yo creo que lo que tiene que haber es un proyecto político de principios.
Un proyecto, por mis ideas, sería un proyecto liberal de principios, y volver al liberalismo clásico de la separación de poderes, de la representación del Estado y el gobierno con la mínima intervención, y dejar a la gente en paz. El slogan electoral sería: “Déjennos en paz”.
En Madrid, las políticas de Isabel van dirigidas a eso, a que cada uno elija el médico que quiera, el colegio que desee para la educación de sus hijos… ¿Quiénes somos nosotros para regular la vida de las personas?
Un proyecto, por mis ideas, sería un proyecto liberal de principios, y volver al liberalismo clásico de la separación de poderes, de la representación, del Estado y el gobierno con la mínima intervención, y dejar a la gente en paz. El slogan electoral sería: “Déjennos en paz”.
WE.- Para colmo la regulación que sufrimos es ideológica, no está orientada a buscar lo mejor para el ciudadano.
AN.- Claro, al regular una manera de vivir, en el fondo se impone una manera de vivir. Yo no soy partidaria de leyes moralizantes, además creo que las leyes moralizantes no son ley porque serían injustas ya que entraríamos en la » moral del Estado». Que es donde estamos ahora: es el Estado quién decide lo que es moral o no.
Por ejemplo no puedes ser provida porque tienes que pagar un precio por ello, el Estado ya está determinando lo que es moral o no al legislar.
Las leyes moralizantes serían injustas, y la ley no es justa por ser ley, es ley si es justa.
WE.- Es legal, pero no justo, o legal pero no moral.
AN.- Hay que distinguir entre legal y legalidad. La ley es del pueblo y la legislación es del Estado. Y esta es la confusión que, desde el Derecho positivo, nos llevan metiendo desde hace décadas. Al final parece que la ley es lo que el legislador decide. Pero la ley debe ser justa y la ley es del pueblo, es el problema entre ley y legislación, entre el Derecho natural y el Derecho positivo.
WE.- Ya Platón se cuestionaba la República. Aunque avanzamos, no mejoramos. Cambiando de tercio, es curioso que en el tema de la mujer, las que presumen de ser más feministas son las menos formadas, las que tienen menos argumentación para defender lo que defiende, y que además no defienden los derechos y problemas que afectan a la mujer… Por ejemplo, el tema de cuotas, yo estoy en contra, no entiendo porque mis hijos tienen que oír un discurso que yo no oí.
AN.- Yo también estoy en contra de las cuotas porque creo que es típico de esa lucha de clases post marxista que ha sido sustituida por la lucha de sexos. Es decir, yo ni siquiera creo en hombres y mujeres como colectivo, como no creo en altos o bajos… Creo en personas, en individualidades y que deben ser los mejores, independientemente de su raza, sexo, religión, etc. los que accedan a los puestos.
Las cuotas han sido una excusa de los ingenieros sociales y del los colectivistas. Por un lado, porque colectivizan a la mujer y así lanzan el mensaje de que si eres mujer y entras en la guerra de sexos lo vas a tener más fácil, ya que para nosotras sería más cómodo acceder a puestos de relevancia por el mero hecho de ser mujer; por otro lado, están metiendo esto desde la escuela de tal forma que las niñas realmente se lo creen y creen que tienen derecho a ocupar cuotas.
Pero somos personas y todas las personas debemos valer lo mismo, sobre todo ante la ley, y en mi opinión, esta discriminación nunca debe estar justificada. Soy totalmente contraria a las cuotas. No niego que haya machismo y que a las mujeres nos ha costado más ciertos logros, por ejemplo hasta el año 81 había que pedir permiso al marido para tener el carnet de conducir, o abrir una cuenta bancaria, al igual que es innegable que haya machistas, pero de ahí a imponer como ahora cuotas de mujeres en consejos de administración, en empresas, en universidades, etc. no lo comparto. Quieren imponer una cuota de mujeres ingenieras, pero si la mujer no quiere estudiar ingeniería, ella sabrá por qué no le gusta. En España desde hace siglos, puedes estudiar la carrera que quieras, nadie te obliga a nada… entonces tendríamos que echar a todas las mujeres que estudian Medicina.
Deben ser elecciones libres de la persona para estudiar.
Están metiendo esto (las cuotas) desde la escuela de tal forma que las niñas realmente se lo creen y creen que tienen derecho a ocupar cuotas
WE.- Pero además solo funciona en un sentido, porque hay empresas en las que solo hay mujeres o son las mayoría y en ellas no se impone la cuota al revés.
AN.- Al final es la lucha de sexos, han trasladado en este sentido la lucha de clases a la lucha de sexos, en este sentido la mujer es el proletario y el hombre el burgués… Aunque algunos ya ni eso, «cómo han eliminado el sexo»… Ya no sabemos lo que piensan vender.
Esto, además, es precisamente lo que está rompiendo a la izquierda, porque los ‘transfeministas’ niegan tanto el sexo biológico como el género, por tanto no puede haber ‘hetero patriarcado’ y se cargan toda las teorías de la ideología de género.
WE.- ¿Qué futuro ves en este tema?
AN.- Los ingenieros sociales siempre pierden, lo malo son las vidas que se pierden en el camino hasta que pierden la batalla, porque es absolutamente imposible ir contra la naturaleza humana.
WE.- Vemos cómo hay muchos campos en la sociedad en los que se ha instaurado la mentira dando a la opinión, la validez de certeza. Es alucinante que un presidente del gobierno mienta cómo está mintiendo, los políticos en general. Ante esto ¿Qué podemos hacer los ciudadanos?
AN.- Lo primero sería apagar los televisores.
Esto se ha venido construyendo desde hace tiempo a través de la hegemonía cultural de la izquierda, que entró primero en la educación, después en los medios de comunicación, y ahora lo está intentando en las redes sociales.
Ellos son muy conscientes de que las palabras crean realidades, Antonio Gransty lo dejó muy claro, y que a partir de una palabra yo puedo construir un cambio social, y esto la izquierda, que tiene un proyecto de poder, aunque sea autoritario, claro y nítido, y lo lleva creando mucho tiempo. Ellos lo tienen claro y van pasito a pasito creando un proyecto totalitario de poder, como los nacionalistas vascos, que crean lo que quieren, saben muy bien a dónde se dirigen, aunque tengan que esperar. El problema es que quizás no hemos sabido ver esto y hemos ido asumiendo esos cambios que ellos han sabido ir metiendo a través del lenguaje y de las universidades.
Por ejemplo, desde hace un año, se empezó a hablar de migrantes, en lugar de emigrantes, cuando migrante soy yo si me voy a la playa en Gandía a tomar el sol. Pero a través de esa palabra es cómo yo voy conformando las ideas y de cómo ellos están manipulando a la juventud, algo que se refleja automáticamente en los medios de comunicación, que están totalmente entregados a la hegemonía cultural de la izquierda. Lo que debemos hacer es no caer en su lenguaje, a mi me llevan los demonios cuando oigo a compañeros hablar de los planes de reconstrucción después del … ¿Dónde ha habido una guerra? ¿Qué es lo que se ha destruido? Será hablar de planes de recuperación, de reactivación, pero no de reconstrucción, y se usa una palabra muy importante porque si hubiera habido una guerra, todo el mundo tiene claro que el estado puede intervenir en todo, mientras que si es una recuperación no.
Cuando empezaron con los progenitores A y B todo el mundo se reía, y yo escribí un artículo que decía: «no se rían ustedes porque esto va a llegar, no lo están haciendo en broma, ellos quieren difuminar el sexo y el género», y por eso en la Ley de Irene Montero hablan de progenitor gestante y progenitor no gestante. Siempre tiene su plan a largo plazo, y como van muy poquito a poco, y además construyendo pequeñas micro utopías donde van cambiando las pequeñas realidades, les vamos siguiendo sin darnos cuenta de que estamos cayendo en ello. El ejemplo actual más claro es la ideología de género, para mí la izquierda está en la lucha de sexos, pero también una parte de la derecha ha caído en ello. Están consiguiendo dividir a la sociedad y el problema es que parte de la derecha también les compra el discurso. Es como una acción reacción, si uno dice A, yo tengo que decir B sin pararme a pensar porque se ha dicho A y nos llevan al enfrentamiento que buscan. Hay que ser inteligente y hablar de personas.
WE.- ¿Es tan difícil ser capaz de huir del enfrentamiento? Cuando se habla con un votante de izquierda (todavía no me ha pasado otra cosa diferente), sin entrar en ningún tema concreto, ataca, es como si tuvieran una idea en la cabeza y no fueran capaces de dialogar o plantearse parar y pensar. Asumen lo suyo como si fuera ley, están a la defensiva. Los ciudadanos nos encontramos indefensos e impotentes.
AN.- Esa es la impotencia que sentía yo precisamente, y por ello decidí dar el paso y unirme junto a Isabel a las filas del Partido Popular. Pero precisamente por esa impotencia, veía que las cosas se estaban polarizando y cuando las cosas se polarizan siempre ganan los autoritarios, de un lado o de otro. Y yo esto no lo quiero, quiero un país donde la gente pueda vivir libremente, para mí la libertad es fundamental, y en el centro de mi idea política está el individuo y que cada uno pueda vivir libremente. Por ello di un paso adelante. Es verdad que muchas veces te encuentras enfrentamientos absurdos entre las distintas formas de lo que se puede llamar centro-derecha y con eso hay que acabar. Deberíamos unirnos teniendo muy claro que enfrente tenemos un proyecto totalitario de la izquierda y para esa izquierda, todo es política y por ello todo es conflicto.
Por ejemplo, cuando ellos quieren construir carriles bici en Madrid y lo imponen, eso es una micro-utopía, porque a través de ese cambio del carril bici estás cambiando la geografía urbana, y a través de ese cambio, cambias a quienes viven en esas zonas. Es decir, sigue siendo ingeniería social y no acertamos a verlo, y muchas veces no se ve, quizás porque el día adía nos come. Una cosa que usa la izquierda es que procura sacar un follón detrás de otro, de tal forma que no te puedes centrar, un escándalo detrás de otro y lo hacen a posta para que no tengas tiempo de pararte a hablar. Y es cierto que yo veo que los centro derecha estamos un poco desnortados, por ejemplo yo creo que Vox tan democrático como cualquier otro, con el que puedo compartir unas cosas si y otras no, exactamente igual que con Ciudadanos, aunque yo a este último ya no lo incluyo entre los constitucionalistas desde que ha pactado con el PSOE, porque el PSOE está pactando con Bildu.
Pero hace falta hacer algo juntos…
Deberíamos unirnos teniendo muy claro que enfrente tenemos un proyecto totalitario de la izquierda y para esa izquierda, todo es política y por ello todo es conflicto.
WE.- La actitud que está teniendo Arrimadas durante esta pandemia deja mucho que desear. Dice una cosa y hace otra.
Almudena.- Yo creo que Arrimadas está buscando su espacio político, pensaron que había que dar un cambio político, y si funciona o no lo dirán las urnas.
WE.- Es cierto, muchas veces pensamos que son tonterías de dicen y que no tienen ni idea, respecto a las payasadas de Irene Montero por ejemplo, y sin embargo no se debe tomar como ideas descontroladas ¿crees que hay una mente pesante que las dirige?
AN.- Por supuesto, si lees los acuerdos del Foro de Sao Paolo y ahí está todo. La izquierda todo lo pone por escrito, les encanta, puedes leer todas las conclusiones y está todo plasmado. Y no tienen prisa, fíjate que Lula da Silva era joven y allí estaban todos, Hugo Chaves, Fidel Castro, el PCE, etc. Ellos tienen un proyecto de poder.
Hay una peli muy buena que se llama las ‘Autonosuyas’, de un libro de Fernando Vizcaíno Casas, esa película que era un escándalo, ha quedado totalmente desfasada. Por ejemplo, todos los grupos de los 90 que me gustaban estarían prohibidos ahora, pero esas letras estaban bien, solo es música, el problema es que nos han metido en la cabeza que eso estaba mal y lo hemos aceptado.
WE.- Las feministas clásicas como Amelia Valcárcel, Lidia Falcón, están totalmente enfrentadas a este nuevo feminismo.
AN.- Claro, es que ellas creen que el sexo es un dato biológico, y el género un constructo social fruto de siglos de hetero patriarcado, etc. y esas teorías se han visto superadas porque las extremistas incorporan en los 90 a los grupos LGTB, que eran muy minoritarios y como una especie de grupos mascota, pero que ahora han cogido cuotas de poder y han desarrollado la teoría Queer o transgénero que dice que el sexo biológico también es un constructo social. Por tanto, tú puedes tener la edad que tú sientes que tienes, puedes ser lo que tu sientas, y para defender su teoría llevan a un niño de 8 años al parlamento de Extremadura a pedir que le dejen cambiar de sexo, lo cual es una aberración, pero que ellas lo aplauden como locas. Lidia Falcón, nada sospechosa de no ser liberal, ha denunciado precisamente que hay movimientos de pederastia en este ambiente. Igual que yo decir que me siento hombre, y además de 10 años.
WE.- Exacto, hay un caso así de un americano, padre de familia, que se siente niña de 6 años y va vestido de bailarina.
AN.- Claro, pero si te sientes niña de 6 años, puedes tener relaciones con un niños de 4, y eso es la perversión del asunto.
Estamos caminando hacia un momento determinante en que algunas ideólogas de género están escandalizadas, y realmente lo hacen de buena fe, y otras porque ven que con estas nuevas teorías se les acaba el chiringuito.
WE.- Las cifras de subvenciones destinadas a los chiringuitos feministas desaparecerían.
AN.- Claro, porque si ya no hay mujer, no hay ayudas para ellas. Y algunas también se resisten por esta razón. En el transfeminismo no hay lucha de sexos porque no existe el sexo. Las feministas de la ideología de género acusan de machistas a las transfeministas, y las transfeministas acusan a las feministas de tránsfugas.
En el fondo es muy sencillo, la teoría Queer, niega la ideología de género porque si no hay sexo no hay mujer, si no hay mujer no hay hetero patriarcado, y se viene todo abajo como un castillo de naipes.
WE.- ¿Qué le dirías a las chicas jóvenes que están oyendo estos mensajes?
AN.- Que se dejen de historias y estudien, que se esfuercen y que sean lo que quieran ser, pero con su esfuerzo. Y que se dejen de oír estas tonterías porque no les va a llevar a nada más que a estar frustradas, porque crean frustración también. Que sean libres, pero este mensaje es para los niños y las niñas: ¡Que estudien, que se esfuercen, y que trabajen para conseguir sus sueños! Tan sencillo como eso.
WE.- Es lo más práctico, y además serán felices.
AN.- Que sean lo que quieran ser, princesas, o bomberos, lo que quieran… Que les dejen buscar su felicidad.
WE.- En cuanto a la felicidad, por ejemplo hoy se margina a la mujer que decide libremente y felizmente cuidar a sus hijos. Hace unos días se montó un lío el Twitter por un comentario de la presidenta de la Asociación de familias numerosas que dijo defendió que la mujer que quisiera solamente cuidar a su familia y quedarse en casa, lo hiciera.
AN.- Yo te corregiría el solamente, ¿Cómo que solamente? ¡Es un mérito impresionante!
A mí me parece igual de mal que si a las mujeres no se nos permitiera trabajar. Pero cuando la mujer hoy día se ha incorporado al mercado de trabajo con total normalidad, la mujer que decide libremente dedicarse a su familia, quedarse en casa, y tener hijos, no es mejor ni peor, es su libre elección. Me parece estupendo, porque hoy día nadie nos debe decir a las mujeres cómo tenemos que vivir, como si no quiere tener hijos y ser bombero. Lo que decida es lo ideal.
WE.- Hay mucha gente con el coco comido y se lo cree.
AN.- Pero sabes lo cómodo que es que te den un trabajo simplemente por ser mujer, sin esforzarte… Se junta la comodidad y la comedura de coco. Pero los responsables son los ingenieros sociales que nos han llevado a esto.
Terminamos hablando de la vida, tan desprotegida hoy día curiosamente, y Almudena me dice que es PROVIDA. Me dijo que lo pusiera grande… Porque es un tema transversal, se puede ser provida siendo de izquierdas, de derechas o… mediopensionista. No es un tema de ideología, es un tema moral. Sin vida no tienen ni proyecto de poder.
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