Para los países europeos, el nombre de Jacinda Ardern no es demasiado popular. Pero la Primer ministro de Nueva Zelanda es todo un ejemplo de una buena gestión en política y además ha conseguido parar y hacer frente a la Covid-19 en su país. ¿Cuáles son los motivos que la posicionan cómo una buena líder?
De 39 años, y madre de una hija, antes de la pandemia la revista ‘Fortune’ la situaba como la segunda líder más importante del mundo, y durante el Covid-19, conseguía el apoyo del 88 % de las encuestas en su gestión ante el coronavirus, lejos de lo que sucede con los máximos dirigentes de amplia experiencia.
Entre los secretos que alaban su buena gestión política está la conciliación laboral y su cercanía, pues durante el confinamiento celebró ruedas de prensa en casa y de una forma muy informal. Hay más, pues sorprendió a hombres y mujeres cuando dio a luz a su hija, y apareció con ella en la Asamblea General de la ONU de 2018.
Ardern tiene una clara visión humanista de la política, simplemente lo que está haciendo en su mandato es humanizar la política; es decir volver a lo humano, volcar la mirada en las personas y sus necesidades.
“Jacinta Arden está impregnando de sentido común, liderazgo consciente y sobre todo, humanizando la política. Como líder de un país, está realizando una labor muy cercana, con los pies puestos en la realidad, y proyectando una imagen de mujer capaz de gestionar con inteligencia y cercanía los problemas cotidianos de los ciudadanos de su país. Creo que es un claro referente de liderazgo femenino y efectividad”, así especifica algunas de las razones de su buena imagen la psicóloga Gabriela Paoli.
“Sé amable”
La primera ministra de Nueva Zelanda suele terminar muchas de sus apariciones en público con una frase simple, pero a la vez potente y con fuerte carga emotiva: «sé amable». Para Gabriela Paoli, esto es una visión del mundo, de lo que deberían ser las relaciones laborales, políticas, sociales… “es también educación en valores: un mensaje saludable y esperanzador, ya que sin duda la amabilidad es muy positiva. Sé amable significa, escucha, observa, analiza, actúa… con respeto y cordialidad”.
Covid-19 y sus medidas para reactivar la economía
Nueva Zelanda es un país pequeño, con menos población y diferentes circunstancias que otros. Aún así la labor de Jacinda Ardern en este tema ha sido alabada por científicos y políticos. Desde un inicio optó por unas medidas restrictivas potentes, y con tan solo unos pocos casos de coronavirus en el país. El 19 de marzo cerró las fronteras de Nueva Zelanda a los no ciudadanos y residentes no permanentes. Su objetivo no era aplanar la curva, sino acabar con esta enfermedad en el país. Su Gobierno actuó rápido: impuso cuarentena obligatoria para viajeros o afectados, pruebas masivas de diagnóstico y su cierre.
Para reactivar la economía de un país que vive del turismo, Ardern propone una jornada laboral de cuatro días para fomentar la conciliación familiar y medidas para fomentar el turismo interno. La psicóloga Gabriela Paoli considera que tales condiciones tienen como estandarte mejorar de la vida de las personas, favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar. “En ella se visualiza o personaliza que cabeza y corazón son compatibles, que lo económico puede ir de la mano de lo humano. Se trata de tener unos valores, principios y creencias firmes, positivos y esperanzadores. Y la Sra. Arden, sin dudas los tiene”.
Las mujeres, ¿mejores líderes?
Sin generalizar, durante esta pandemia, algunos países gobernados por mujeres están llevando mejor su gestión, y por esto hay debates sobre si ellas están más preparadas para afrontar situaciones de crisis extremas. En opinión de la psicóloga, las mujeres suelen ser más empáticas, solidarias y cercanas. “Y cuando estas características se unen con otras habilidades y competencias, realmente creo que puede ser totalmente favorecedor en cualquier puesto de trabajo o función”. Vuelve a reiterar en que en este sentido Ardern tiene una clara visión humanista de la política, simplemente lo que está haciendo en su mandato es humanizar la política; es decir volver a lo humano, volcar la mirada en las personas y sus necesidades.
Para ella Gabriela Paoli, “las mujeres, en general, suelen estar más informadas e implicadas en aspectos relacionados con lo social, lo comunitario, lo familiar… Son las que en muchas ocasiones suelen gestionar las decisiones y problemáticas de su entorno más próximo”.
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