El prolífico autor Jordi Sierra i Fabra asegura que los libros son los que dan los verdaderos referentes y no los móviles ni las redes sociales, que destruyen la mente en la juventud.
Jordi Sierra i Fabra (Barcelona, 1947) nació tartamudo y su pasión por la lectura y la escritura le llevó a escribir novelas desde los 8 años de edad. Sufrió acoso escolar en el colegio y tuvo que lidiar con la falta de apoyo por parte de sus profesores y sus padres quienes consideraban que no podría vivir de eso. Afortunadamente se equivocaban y podemos disfrutar de sus casi 600 libros publicados, resultando ser uno de los escritores con más reconocimiento en nuestro país. Galardonado con numerosos premios, Sierra i Fabra es un ejemplo de superación y ha demostrado con su propia historia que no existe nada ni nadie que pueda impedir alcanzar un sueño si de verdad se persigue. Como afirma: “la vida es lucha y consideración por uno mismo”.
Woman Essentia.- Señor Sierra i Fabra, usted, por su tartamudez, sufrió mucho en su niñez y a diario debía soportar violencia física y verbal que ejercía hacia usted su entorno más cercano, sus educadores, sus compañeros…, las personas que más debían velar por sus necesidades e intereses. ¿Cómo afrontaba esos difíciles momentos y en qué se refugiaba?
Jordi Sierra i Fabra.- Acabo de publicar un cómic con toda mi vida, «El largo y tortuoso camino» (Norma Editorial, 2022). En él explico precisamente mi infancia. Lo que me salvó en aquellos años fue: leer y sentirme diferente. Yo sabía quién era, los violentos no. Escribía desde los 8 años y me aferré a ese sueño. Sabía que un día sería escritor y eso me hizo ser fuerte. Nadie pudo conmigo y estoy orgulloso de ello.
El poder de la lectura
WE.- ¿Encontró a alguien que le tendiese la mano?
JSiF.- No. En aquellos años no podías contarle algo así a tu padre. El mío se habría quedado muy mal. Tampoco a tus maestros. Estabas solo. Te comías el “marrón” cada día. Por eso fue tan determinante mi resistencia y creer en mis sueños.
WE.- En una entrevista expresa que la lectura le salvó la vida, ¿en qué sentido?
JSiF.- Es que todo lo que sé lo aprendí leyendo novelas, no estudiando. Si soy culto es porque devoré libros desde la niñez. No tengo estudios, no hice ninguna carrera. Leía y leía. Por eso digo que me salvó la vida. Luego, escribir le dio un sentido. El complemento de esas lecturas fueron los viajes que hice por el mundo más adelante.
WE.- ¿Cree usted que los niños y jóvenes deberían leer más? ¿Qué les reportaría la lectura?
JSiF.- Sin olvidar la evasión, porque una novela es, ante todo, un punto de evasión, la lectura reporta el placer de adentrarte en ti mismo, verte como en un espejo y descubrirte libro a libro. La lectura aporta justamente todo lo que no está en la escuela o en la universidad. Leer es vivir. Hoy en día, justamente, la incultura se huele. Si vas a buscar un trabajo, el que ha de dártelo sabe en un minuto si eres un burro o tienes cultura. La persona que no lee, por el motivo que sea, está condenada a dar vueltas en círculos sin llegar a más.
Trabajar por los sueños
WE.- Es uno de los autores más leídos en nuestro país en centros educativos. Por su trayectoria profesional ha recibido numerosos galardones, ¿de qué se siente más orgulloso?
JSiF.- Los últimos galardones que me están llegando son ya institucionales, como colofón a una carrera que, de todas formas, nunca va a terminar hasta que me muera. Diría que el Premio Nacional, el Premio Iberoamericano, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y la Creu de Sant Jordi, son los más importantes. Eso y haber sido cuatro veces candidato al Nobel Juvenil, el Andersen, por España.
WE.- Con la creación del Proyecto Escritores por la Infancia y de la Fundació Jordi Sierra i Fabra, ¿cuál era su objetivo principal? ¿Cree que su iniciativa puede motivar a los jóvenes de España y Latinoamérica a perseguir sus sueños?
JSiF.- Las Fundaciones Sierra i Fabra de Barcelona y Medellín (Colombia) son la consecuencia de mi infancia. Sé lo duro que es tener un sueño y que nadie te haga caso. El Premio Internacional Sierra i Fabra para menores de 18 años ha cumplido la mayoría de edad (18 años) y los primeros que lo ganaron son escritores consagrados. Les doy a los jóvenes una oportunidad de probarse a sí mismos como escritores. La mayoría escriben su primera novela por el premio.
La importancia de tener cultura
Desde el día que empezaron a suprimirse horas de Filosofía o Humanidades en los cursos académicos, empezó a cavarse la tumba de media humanidad.
WE.- ¿Qué considera que falta a los jóvenes de hoy en día? ¿Cree que les faltan referentes, vínculos sanos con su familia, con la naturaleza…? ¿Pueden sentir desmotivación ante la vida?
JSiF.- Cuanto más fácil parece la vida actualmente, en realidad más compleja es. Ya no hay ningún estudio o carrera que te garantice trabajar dentro de 20 años, porque todo está súper acelerado y cambia día a día. Por eso insisto en lo importante que es tener cultura y eso sólo lo dan los libros y vivir. Las redes sociales son aberrantes por lo que se hace con ellas. Los móviles no son más que agujeros negros por los que se nos escapa la energía y, si eres joven, es un arma de destrucción masiva (hablo de la mente). Los libros me dieron referentes, espejos. Hoy en día faltan esos referentes. Hay mucha información, pero está mal usada, todo pasa rápido, no se retienen las esencias. Un joven no puede estar desmotivado, porque si lo está, está muerto. Yo también lo tuve todo en contra, como muchos hoy en día. La vida es lucha, pero siempre a partir de uno mismo.
WE.- Los niños y jóvenes ven modelos en casa y los copian. ¿Qué mensaje mandaría a los padres que se sirven más del móvil o la tableta que de momentos de calidad en familia, de diálogo con los hijos, de práctica de deporte juntos…?
JSiF. – Yo no doy mensajes, no sirven de nada. Digo lo que pienso y ya. No importa la cantidad de horas que estés con tus hijos, sino la calidad de las mismas. Si pasas una hora con ellos de lleno, lo agradecerán más que permanecer tres horas, pero con el ojo en el teléfono móvil o una pantalla.
Mucha información, pero incompetencia en su uso
WE.- ¿Piensa que en los centros educativos habría que dar más valor a la potenciación de las habilidades personales y no buscar resultados comunes y estándares? ¿Se da suficiente importancia a las materias creativas (Música, Plástica…)?
JSiF.- Desde el día que empezaron a suprimirse horas de Filosofía o Humanidades en los cursos académicos, empezó a cavarse la tumba de media humanidad. En cuanto que no hubo ni siquiera una hora de Música en una escuela, empezamos a ser bárbaros. Desde que olvidamos la creatividad para convertirnos en máquinas, empezamos a ser robots. Los jóvenes hoy se forman en Internet, sin control y eso no es bueno. Cada día aumentan las violaciones grupales y en chicos más jóvenes. La pornografía ha desvirtuado el amor. Insisto en que hay más información que nunca, pero ni llega a los jóvenes ni se sabe usar.
WE.- ¿Daría alguna recomendación a los jóvenes que se sienten inseguros porque no saben qué hacer cuando terminen sus estudios? ¿Y a las familias que no alientan a sus hijos a perseguir aquello que les gusta de verdad?
JSiF.- Pero ¿que puedo decirles yo? Sólo soy un escritor. No tengo varitas mágicas. Por eso he contado mi historia en un cómic. ¿Para dar ejemplo? No, sólo para decir qué hice yo para salir adelante. Luego que cada cual tome nota o no. Todo depende de nosotros mismos. Los padres nos quieren, tratan de ayudar (según sus modelos de otro tiempo) pero nadie, salvo uno mismo, sabe realmente lo que hay en el interior de cada cual. Si no crees en ti, nadie lo hará. Tu vida depende de ti y de nadie más.
“Escribo, escribo, escribo”
WE.- Si pudiese retroceder, ¿habría algo de su bibliografía que modificaría? Si es posible, ¿de cuál de sus títulos se siente más satisfecho?
JSiF.- Nunca me he arrepentido de lo que he hecho y menos de lo que he escrito. Cuando escribí cada libro -y son casi 600- lo hice por algo. Que el tiempo los haya valorado más o menos es otra historia. Mis libros son mis hijos y para mí, todos son guapos. Las preferencias se las dejo a mis lectores.
WE.- ¿Se encuentra inmerso en algún proyecto del que quiera hablarnos o la publicación de una próxima obra? ¿Hay algo que siempre haya querido hacer profesionalmente hablando y no se haya planteado por miedo?
JSiF.- No paro de escribir y escribo de todo. Cada año son varias obras, infantiles, juveniles, adultas, música… Lo que se publica este 2023 es lo que escribí básicamente en 2021. Lo que se publicará el próximo año es lo que escribí en 2022 y lo que escribo ahora saldrá en 2024, aunque siempre haya excepciones. Ahora se edita una novela, «El pasado que vendrá», que escribí en 2018, por ejemplo. No soy un escritor de escribir un libro y publicarlo. Yo escribo, escribo, escribo… y luego ya se verá dónde, cuándo y cómo salen esos libros.
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