Hay días como hoy, que la vida te regala alegrías tales como descubrir la clave del éxito de Eva García Sáenz de Urturi, natural de Vitoria, afincada en Alicante y escritora a tiempo completo a raíz de la publicación en 2012 de «La Saga de los Longevos«, primera de sus seis novelas.
Eva ha tenido la amabilidad de charlar para Woman Essentia largo y tendido. En el transcurso de la conversación se reafirma la idea de estar frente a una mujer muy profesional… y a la vez muy humana, con los pies en el suelo.
Woman Essentia.- Eva, seis libros prácticamente en seis años… ¿No da vértigo?
Eva García.- No, vértigo no, lo que da es mucho trabajo, es un ritmo de trabajo importante.
WE.- ¿Cuándo acaricia por primera vez la idea de escribir una novela y qué le impulsa a hacerlo?
EG.- Amo los libros y he leído mucho en la infancia y en la adolescencia, empecé a escribir a diario con 14 años, todos los días varias páginas hasta llenar muchos cuadernos. El músculo de la escritura lo tengo muy trabajado. Con veintitantos años empecé a ir a cursos de escritura, de novela creativa en distintas escuelas de España. Empecé a escribir relatos cortos, ganaba concursos… y en 2009 es cuando se me ocurrió la idea de la Saga de los Longevos, vi que no era para ficción corta sino que daba para una novela.
WE.- ¿Cómo selecciona la documentación que necesita para sus novelas?
EG.- Pues cada libro ha sido diferente. En el caso del último, «Los Señores del Tiempo», había una doble faceta de documentación, por un lado la documentación histórica medieval, que ha sido la más compleja de encontrar porque era algo muy concreto, siglo XII, Reino de Navarra y había muy poca documentación directa. Y por otro lado, el estudio de los perfiles criminales y de psiquiatría para las personalidades múltiples. ¿Cuando lo dejas? Cuando tienes suficiente material para insertarlo en la ficción y ya te encaja todo lo que habías querido buscar.
«La trilogía de la Ciudad Blanca» está compuesta por: «El silencio de la ciudad blanca»; «Los ritos del agua» y «Los señores del tiempo»
Eva tiene una sonrisa luminosa y su conversación es fluida, su voz guarda una cadencia que denota ecuanimidad, seguridad y sencillez. Nos adentramos un poco más en la vida y opiniones de nuestra protagonista. Advertimos que de su vida privada se sabe poco, su página web se orienta exclusivamente a su faceta como escritora. Eva está casada y es madre.
WE.- En 2009 trabajaba en la Universidad de Alicante, ¿cómo se organizaba para compatibilizar trabajo, casa, familia y escribir una novela?
EG.- Pues desde 2009 a 2012, escribía por las noches, mientras trabajaba en la universidad. En 2012 se publica «La Saga de los Longevos», y ahí me cambia la vida. Decido pedir una excedencia para ser escritora a tiempo completo.
WE.- Existe el mito del escritor que necesita aislarse en su mundo…
EG.- Normalmente entro en el despacho a las 8 am y salgo a las 4 o 6 de la tarde y por la noche le dedico un par de horas más. Cuando estoy en proceso escritura, todos los días de la semana, de lunes a domingo sin excepción. Es como hacer una tesis doctoral, escribir y crear una historia de 500 páginas supone mucho trabajo y mucha dedicación, y en ese sentido no me planteo si hay silencio o no hay silencio, escribo como puedo.
WE.- Pero la familia, la vida, los ruidos impiden ese recogimiento. ¿No lo necesita?
EG.- Bueno, siempre he tenido mucha capacidad de concentración y siempre he trabajado bien. Delibes tenía seis hijos y él estaba acostumbrado a escribir con ruidos alrededor, de hecho se alquiló un despacho y cuando llegó era todo silencio, no fue capaz de escribir una línea y volvió a su casa y dijo «voy a seguir escribiendo en el comedor mientras los niños ven la tele».
WE.- Tres rasgos que definen su personalidad
EG.- Perseverancia, sinceridad y curiosidad, que es lo que ha hecho que sea muy lectora y que después me haya decidido a escribir mis propias historias.
WE.- No comparte la afición de su personaje Unai por correr… pero se mantiene en forma, ¿cómo lo hace?
EG.- Llevo un ritmo de vida muy alto y siempre he sido de constitución atlética, pero ahora no tengo tiempo para actividades deportivas.
WE.- ¿Qué le emociona?
EG.- Siempre hay algún lector que te cuenta su historia personal y no sabes el porqué pero empatizas y te llega a emocionar. Normalmente me enternecen las historias humanas.
WE.- Dicen que detrás de una gran mujer hay un gran hombre… ¿es su caso?
EG.- En ese sentido, mi marido es un buen compañero de vida y he tenido mucha suerte ya que no solo él, sino todo el núcleo familiar me apoya mucho y obviamente, todo esto se lleva mejor si la familia está al 100 % contigo. Siempre nos hemos apoyado y somos una pareja muy de igual a igual, no solo en lo laboral sino también en lo personal.
WE.- Unai habla de su cuadrilla… ¿qué valor le da a la amistad?
EG.- Si para ti es importante la amistad, la familia, es algo que trasciende y humaniza mucho las novelas. Al final lo que nos gusta leer a todos son historias de personas.
WE.- Si pudiera transmitir un mensaje allende los mares… ¿cuál sería?
EG.- Pues el mismo que he transmitido en la trilogía, es decir, existe una cadena de violencia a todos los niveles, me refiero a la capacidad de hacer mal a los demás, una violencia que se remonta al Paleolítico y está en quien recibe ese mal parar la cadena o ser una parte más del eslabón y tener una excusa para hacer mal al resto. El poder de la elección personal.
La importancia de la educación para combatir la violencia
WE.- Cómo analiza los asesinatos de mujeres a manos de sus maridos… ¿lo ve como consecuencia directa de una educación machista, de siglos pasados?
EG.- Sí. Todo empieza en la educación. Los chicos para que no sean posesivos ni controladores, que traten a las chicas de tú a tú, de iguales, no de posesiones. Y las chicas a ser proactivas, a no dejarse controlar, a no confundir el control y los celos con el amor, de hecho es lo contrario. El juego de la dominación no tiene nada que ver con el amor, que es convivencia, llevarse bien y tener sentimientos positivos hacia alguien, no hacerle sufrir ni machacarlo.
Obviamente cuando esos monstruos ya han crecido no puedes hacer nada más que alejarlos de la sociedad, pero el tema es no crear a personas que tengan esa cultura de la propiedad de las mujeres y del control sobre ellas.
WE.- Hablemos de la Paz en el Mundo. Madre Teresa, al ser preguntada por cómo construir la Paz, dijo: «Vete a casa y ama a tu familia». La familia es el sustento de la sociedad y educar a los hijos no es fácil. Como madre, Eva, ¿qué quiere inculcar a sus hijos?
EG.- Pues ellos han visto el ejemplo de la cultura del esfuerzo, ellos ven a su mamá todo el día con el portátil en ristre, ven las migrañas, los dolores de omóplato por pasarte 16 horas escribiendo y demás. Ven las colas en las ferias de libros y las entrevistas, saben que mamá hace jornada doble o triple. Admiran mucho a personas como Rafa Nadal y trato de explicarles que detrás de un buen saque hay diez mil intentos malos de saque.
Si quieres destacar en la sociedad por hacer algo extraordinario, la clave del éxito radica en la cultura del esfuerzo.
La obra
WE.- ¿»Pasaje a Tahití» guarda relación con los Longevos?
EG.- Para los lectores que conozcan La Saga de los Longevos y Los Hijos de Adán, sí que hay un nexo, obviamente por no incurrir en spoiler no lo vamos a desvelar, pero todas mis novelas tienen personajes comunes y hay un universo en el que pueden convivir.
WE.- ¿Disfruta de los frutos gracias a la trilogía de «La Ciudad blanca»?
EG.- Sí, mucho, mucho porque te aporta una serie de satisfacciones sobre todo cuando vienen por parte de los lectores, personas que te comentan en qué momento de sus vidas han leído tus novelas y les ha ayudado para pasar algún tiempo difícil en el hospital con algún familiar o personas que han podido comprender la cultura de Vitoria y les ha ayudado a adaptarse a la ciudad. La gente, en las firmas de libros, te cuenta cómo se ha vinculado emocionalmente a los libros y esa conexión que estableces con los lectores es lo más gratificante.
WE.- ¿ Lleva personalmente las redes sociales? ¿ Instagram también?
EG.- Parte lo lleva el equipo de Editorial Planeta y yo entro con total libertad cuando siento que tengo algo que decir. Todo lo que sube la community manager está consensuado y dado mi ‘OK’.
WE.- Esta trilogía es un thriller con tintes de novela histórica y flashback muy interesantes. Eva, ¿nacen los personajes a la vez?
EG.- Cuando pares los protagonistas normalmente te salen si no el mismo día, sí en un corto espacio de tiempo y, por ejemplo, Kraken «nació» justo después de publicar mi primera novela. Ahí empecé a barajar la posibilidad de escribir un thriller que siguiese teniendo mi sello, que siempre ha sido la novela histórica, y que estuviese ambientada en una tierra que conocía bien, que es mi tierra, Vitoria y Álava y ahí parí a Kraken,-al abuelo-, quien es mi propio abuelo, a Alba, a Estibaliz, etc. y eso fue en 2012.
WE.- ¿Hacer la entrega en formato trilogía es una exigencia de la editorial?
EG.- No, en eso no se ha metido nunca, por mi parte soy siempre quien hablo con la editorial y les digo, bueno, lo siguiente que voy a escribir es esto y va a ser un libro o van a ser tres o la idea que yo tenga. En ese sentido, he sido yo quien he marcado lo que he querido escribir y de qué manera se iba a publicar.
WE.- Como lectora cuando voy finalizando un libro siento cierta tristeza porque cuando el libro acaba tengo que despedirme de esos personajes con los que he establecido un nexo. ¿Cómo escritora tiene esta sensación o por el contrario siente la alegría de finalizar un proyecto?
EG.- Normalmente los personajes los suelo rescatar para otras novelas y en el caso de Kraken, me lo preguntan mucho, pero ten en cuenta que aunque ha finalizado la etapa de la escritura, para mí la historia no ha terminado ya que ni un solo día desde que entregué el tercer manuscrito, he dejado de hablar de Kraken en entrevistas, redes sociales, etc.
Llevo un millón de lectores y la gira de promoción de la trilogía va a ser larga porque así lo está demandado el fenómeno.
El paso a la gran pantalla
WE.- Este año vamos a poder ver en la gran pantalla su obra…
EG.- Normalmente los escritores damos a la productora el derecho a que hagan una versión inspirada en la historia madre. El mundo del cine es otro lenguaje y en ese sentido, son ellos quienes llevan el proyecto, concretamente Atresmedia. He podido leer los guiones y he estado presente durante varios días de rodaje porque tuvieron a bien invitarme, pero hasta ahí. Los lectores tienen que verlo como lo que es, una versión de la novela.
WE.- Cuando una novela se lleva al cine normalmente prima más la escritura que la película…
EG.- Eso es bueno para los escritores porque salimos ganando, (sonríe).
W.E.- Éste último trabajo le ha dado una mayor popularidad…
EG.- Tener un millón de lectores no es algo que pase todos los días, hacía mucho tiempo que la industria editorial no llegaba a estas cifras. La gente lo ve como un efecto cenicienta, en el sentido de que hay un punto en el que te conoce el gran público, pero yo he ido ganando lectores de manera escalonada.
A partir de «El Silencio de la Ciudad blanca», hay un punto de inflexión donde los lectores se multiplican. Me ha dado tiempo a asimilar mi profesión de escritora con todos sus ritmos y lo que conlleva.
WE.- ¿Ha llegado a utilizar en algún momento la entrañable máquina de escribir?
EG.- Cuando era adolescente sí que aprendí a escribir con máquina, a día de hoy no resulta práctico porque hay que editar.
WE.- Algunos mantenemos la teoría de que no se puede ser buen escritor, si no eres una persona muy viajada. ¿Confirma esta teoría?
EG.- Más que viajada que también, sobre todo vivida y reflexionada. Según vas cumpliendo años vas teniendo ya un poso vital que te permite de cara a los personajes captar y transmitir que no es todo ni blanco ni negro, y que hay una escala de grises que tenemos todos, y eso es por el cúmulo de experiencias y sobre todo de haberlas reflexionado y de haber tenido tu etapa posterior de introspección.
La importancia de saber decir no
WE.- ¿Ha dicho muchas veces… No?
EG.- Cuando alcanzas este nivel, todo el mundo quiere algo de ti. Si dijese que sí a todo lo que me proponen ni sería escritora ni tendría vida, estaría a los deseos de todo el que piensa que haga esto o lo otro, y estaría viviendo la vida de otros.
WE.- Sin duda, Vitoria, preciosa ciudad, se habrá puesto de moda gracias a sus libros, nuestra revista nace en Málaga, ¿conoce la ciudad?
EG.- Cuando era óptico estuve en una reunión regional, pero siempre que vas a una ciudad por trabajo no ves nada. Me toca volver. Tengo firma en Sevilla y Córdoba, Málaga todavía no, pero le tengo muchas ganas a Andalucía, últimamente me apetece mucho tirar para el sur, me encanta su luz, su gastronomía y sus gentes.
El sentido del humor
WE.- Eva, ¿diría usted que tiene sentido del humor? Los vascos parecen más serios que los andaluces, o ¿es de otra manera?
EG.- ¡Sí, sí, sí! Somos mucho más sobrios, hay una cultura de la contención pública y privada, la gente del Norte es mucho más contenida en la expresión. Por suerte, llevo treinta años viviendo en Alicante y aquí todo es mucho más relajado y la gente, muy espontánea. Respecto al humor soy mucho de monólogos, me parece un antídoto perfecto para días grises. Un humorista inteligente e irónico te puede cambiar el día. Me gusta el humor inteligente, no me gusta el humor zafio, un humor que te haga pensar un ratito me gusta.
Eva García Sáenz vive el éxito día a día, es una luchadora que tiene fe en sí misma, porque se lo ha ganado a pulso, para ella el binomio trabajo-esfuerzo es inseparable. Su color preferido es el verde, su país España.
Al preguntarle por una ilusión, responde rápido: «seguir así». A ella le gusta dibujar y tocar la guitarra en sus ratos libres,-que son pocos-. Ahora está completamente volcada en la promoción de la trilogía de la Ciudad Blanca, ambientada en Vitoria, su tierra madre, la que la vio nacer y donde están sus raíces y su cuadrilla, con la que le gusta disfrutar de unos buenos pinchos de escapada en escapada.
La clave del éxito de Eva García Sáenz de Urturi radica en el esfuerzo y el trabajo diario que le ha robado horas de sueño y tardes de relax. Es una trabajadora incansable, una mujer que brilla por su inteligencia y tesón.
En Woman Essentia le deseamos una larga y exitosa trayectoria literaria, e interesadamente como lectores suyos, esperamos futuras novelas con las que deleitarnos.
Nos despedimos con un «Hasta pronto, te esperamos en Málaga».
Gracias Eva, muchísimas gracias.
¿Qué te pareció este artículo? Deja tu opinión: