Con ocasión de la celebración de la festividad de San Isidoro de Sevilla, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra impuso a Miguel Aranguren, escritor y colaborador del medio en el cual escribo estas letras Woman Essentia, (lo que expresamente se mencionó en el acto) una Beca de Honor.
La otra, a título póstumo, fue concedida al catedrático emérito de esa universidad Rafael Alvira, recientemente fallecido.
Tuve la oportunidad de asistir al mencionado acto, pues Campus Home, residencia universitaria de la que soy consultor, colaboraba en alguno de los eventos que tuvieron lugar en esa festividad.
La beca otorgada a Miguel Aranguren se le concedió por su labor en el Programa de Excelencia Literaria a lo largo de dos décadas y, en general, por toda su trayectoria profesional y humana.
Miguel Aranguren, desde el ambón del Aula Magna de la Universidad, habló al abundante auditorio que le escuchaba (en una buena parte jóvenes estudiantes) sobre algunas cuestiones que, sintéticamente, me gustaría intentar reproducir fielmente y que creo dicen mucho de su calidad y valores como persona y como escritor.
Más allá de agradecer la Beca de Honor y de elogiar la figura de Rafael Alvira, hay algunas frases de Miguel Aranguren que creo que es interesante destacar en la sociedad en que hoy vivimos:
- Si tienes un sueño, peléalo.
- Si tienes un sueño, busca a alguien que te eche una mano.
- La literatura debe ser, de principio, un servicio a los demás.
- La literatura nos ayuda a reflexionar.
- La literatura nos ayuda a entender bien quién es el hombre, su destino, su trascendencia.
- La literatura nos ayuda a divertir.
- La literatura nos puede ayudar a ser feliz.
Creo que esto (y el elogio y afecto con que mencionó a su mujer, allí presente) pueden ayudarnos a conocer más a este gran escritor y mejor persona, a intuir cuál es su propósito vital, a leerle y a difundirle.
Esto es lo que pretendo desde esta breve reseña.
José Iribas Sánchez de Boado
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