Si leemos «invierte, pero no en el sector de la moda», es muy posible que nos quedemos algo anonadados. Las tendencias, también las financieras, indican que ese es el camino.
Invierte, ¡pero no en el sector de la moda! se puede tornar una paradoja. Estamos ante un nuevo paradigma cuyo resultado es un renacimiento cultural, económico y social. Pero hacia una dirección que todavía no hemos sido capaces de poner rostro y cualidades.
La moda necesita un cambio
Invierte, pero no en la moda, antes ha de transformarse en algo que suene muy diferente. Sector de la moda tiene necesidad de una transformación, y para que esta se produzca es necesaria nuestra colaboración a través de un cambio de hábitos de consumo. Partiendo de esta base me atrevo a dar 10 pautas para entender este consejo financiero:
- Los cambios de mentalidad y de prácticas son lentos.
- Poco a poco se va haciendo realidad que lo que marca el diseño no son las tendencias sino el impacto.
- La moda va teniendo una estética plural, por lo tanto, las novedades no están determinando tanto la estética, como los impactos.
- En consecuencia, se está inclinando la balanza hacia una repercusión 360º del diseño
- Mientras que el gusto, la estética ha pasado a un tercer plano.
- Todavía nos encontramos a un nivel muy superficial, y por lo tanto, de mera tendencia.
- Los cambios, deberán hacerse realidad a través de prácticas habituales.
- El cambio fundamental se producirá cuando la tendencia empresarial haga realidad un cambio en el tamaño de los negocios. De lo cual estamos todavía muy lejos.
- Que el motivo de nuestras compras sea el impacto y no la novedad.
- Por eso, Gerhard Van der Vorst, experto en retail, afirmaba: «El nuevo escenario del retail es crecer, ganar tamaño es la única manera de sobrevivir». Lo cual indica que estamos muy lejos del cambio.
Las tendencias cambian cada día
¡Invierte, pero no en moda! Para responder remito a dos ejemplos que ayuden a entenderlo: consultar Google Trends, para ver lo que es tendencia este momento, o el trending topics de Twitter de ahora mismo. O por ejemplo, la consultora de moda Fashion Unites, propone una tendencia para cada día.
Este es el nuevo escenario de la moda
El gran cambio que demanda el sistema, y que está en nuestras manos es: hacer realidad que el motivo de nuestras compras sea el impacto, y no solo la novedad.
Invertir en moda no es negocio si lo hacemos aplicando los parámetros con los que se ha producido moda hasta ahora. Este es el momento de alterar los procedimientos para la transformación de la materia prima: es tiempo de cambiar los sistemas hacia modos de hacer que favorezcan la economía circular, el reciclaje, y la reutilización.
Se hace urgente modificar los hábitos de consumo de productos, hacia consumos experienciales. Kate Fletcher (2012) afirma que en la medida que escaseen las materias primas resultará más fácil volcar el consumo de moda hacia la experiencia.
Puede parecer que la moda marea, que trastorna como Shakespeare, y la realidad es que es cierto. Resulta necesario desde todos los puntos de vista, también el financiero, volver a replantearnos los fallos del sistema actual.
Con frecuencia se pone el acento en cuestiones de abastecimiento, consumo o empleabilidad. Mucho más ahora que llegan las navidades. Época del año en la que el gasto se quintuplica. Estos datos se ponen de manifiesto en el estudio realizado por Delloitte el pasado año 2017:
- compra de regalos (252€)
- seguido de comida (195€)
- viajes (106€)
- ocio (80€).
En nuestra cabeza ha de cambiar el verdadero objetivo y sentido que acompaña al gasto. De esta forma revertirá en conceptos más sostenibles y equilibrados.
Las nuevas generaciones de diseñadores y emprendedores han de poner fija su mirada en la creación de nuevos modelos.
Ciertamente, invertir en moda no es negocio. Siempre y cuando sea en una producción de moda basada en los modelos de la revolución industrial.
Es necesario provocar un vuelco, un volteo en los sistemas tradicionales cuyo resultado pondrá al revés todo lo establecido. Además la realidad lo está pidiendo. La sociedad demanda un cambio, y todo cambio tiene sus profetas. A estos les toca predicar en el desierto primero, para caminar solos después. Los resultados no se dejarán esperar al ver los frutos de una masa crítica que seguro se generará… porque ya se está moviendo.
¡Invierte, pero no en el sector de la moda!
Haz realidad en ti el cambio que deseas ver en los demás, esta frase que tanto gusta de pronunciarse debe ser una realidad en nuestras vidas.
Más que dedicar tiempo a quejarnos de los cambios, debemos gastar el tiempo a cambiar en nosotros lo que queremos que cambie. De esta forma se hará realidad. Antes, más y mejor.
Referencias
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