El debatido tema de prisión permanente revisable ha suscitado un gran debate social. El alarmismo de los crímenes que han azotado nuestro país en los últimos años, ha disparado las alarmas.
Recuerdo con enorme tristeza al Pescaíto de Almería, y no me olvido de sus padres, especialmente de Patricia, una mujer que a pesar de estar rota de dolor, supo mandar un mensaje de paz a la sociedad.
Lo cierto es que en esta España nuestra somos todos muy dados a pontificar sentencias incluso desde la más absoluta ignorancia legal. Tampoco es que sea necesario ser experto en leyes para opinar sobre temas que son de sentido común. Sin duda la prisión permanente revisable es una pena dura.
El problema empieza cuando la razón y el respeto se acaban. Y digo esto al hilo de las explosiones verbales que hemos visto en las calles, los gritos enfurecidos de una masa descontrolada que vociferaba y escupía rabia. Una masa enfurecida que bien podría haber pasado de los gritos a las manos…
La rabia y el odio generan desolación y complican aún más el problema.
Imagino que todos hemos sentido en más de una ocasión el impulso de dejarnos llevar y resolver las cosas a las bravas. Luego, se ha impuesto el sentido común y hemos sido capaces de controlarnos.
Si partimos de la base ideal de que la carcel cumple la doble finalidad de castigar y reinsertar, una vez cumplido el castigo, el reo merece su libertad y una segunda oportunidad y por tanto la prisión permanente revisable carecería de fundamento.
Pero si seguimos ahondando en el tema, la pregunta surge de manera inevitable:
¿Y si el preso con crímenes sexuales no se ha rehabilitado? ¿Y si además los peritos y psicólogos coinciden en que su conducta va a continuar siendo la misma una vez salga en libertad?
A pesar de esto, hay quien insiste en que «es mejor que un culpable quede en libertad a que un inocente pueda ir a la cárcel»
En principio, cuando un sujeto no rehabilitado sale de prisión, la sociedad queda en riesgo.
La prisión permanente revisable es una pena pensada solo para determinados tipos de crímenes.
Me pregunto y os pregunto: ¿Consideráis necesaria la prisión permanente revisable? ¿Deben primar los derechos de un asesino sobre los derechos de sus víctimas potenciales? ¿Puede nuestra sociedad permitirse liberar a personas que no han sido rehabilitadas?
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