Con la llegada de Mayo celebramos el día de la madre. Es el mes de la Virgen María, de las flores, aunque esto los más jóvenes seguro lo desconozcan, el mes de las comuniones, la llegada del buen tiempo…un mes de alegría y celebración de la vida. La maternidad es celebrar la vida, y esto es celebrar el amor, porque sin un amor previo, no hay vida…y en el mundo contradictorio en que vivimos este hecho todavía adquiere más valor.
Nunca se había manipulado tanto la maternidad de la que se ha disociado su verdadero sentido y origen. La maternidad es fruto del amor, que solo se hace posible en la entrega mutua de hombre y mujer. Sin embargo, en el momento actual, quieren privar a muchas mujeres de ese privilegio, de la aventura de ser madre, aunque te complique el trabajo, supeditando el beneficio de la empresa al bienestar de la mujer, por un drama que no es tan real…lo hacen muchas, y lo han hecho a lo largo de la historia, y con más hijos.
La trampa de la congelación de óvulos
Salía a la luz la política de google de ofrecer la congelación de óvulos a sus empleadas con la excusa de ayudar a su carrera laboral, pero esto no es una situación puntual, son varias las empresas “potentes” que ya ofrecen este supuesto servicio como muestra de la preocupación por la mujer. Sin embargo, esto parece más una invitación a decir, eres una maquina a explotar laboralmente y tu trabajo vale más que tú y tu vida. Lo que se viste de ayuda a la mujer, se convierte en una trampa para ella, ya que no son sólo los óvulos los que envejecen, sino el cuerpo donde esa vida debe asentarse. El reloj biológico afecta a la mujer en su conjunto, no solo a sus óvulos, con el añadido de que esta técnica conlleva otros daños colaterales debido a que para poder recoger los óvulos, es necesaria la estimulación ovárica y la punción folicular, con sus consiguientes riesgos. Lo que pudo empezar para ayudar a pacientes oncológicos, ha derivado en lo que llaman «retraso social de la maternidad» por el cambio cultural, y que copa el mayor número de crioconservación de óvulos. El cambio cultural artificial que imponen como mejora es un verdadero atraso… que no te engañen. Los hijos hay que tenerlos a la edad que hay que tenerlos, y querer controlar todo por encima de la naturaleza es ir contra ella.
Además, esta oportunidad para tener una carrera laboral maravillosa e igual a la del hombre, se convierte en una encerrona. La empresa así tiene menos gastos de bajas maternales femeninas (no sabemos si se lo dirán también a los hombres dentro de poco que ya gozan de largas bajas paternales), como de formación en el puesto a cubrir, especialmente cuando son trabajos cualificados, a cambio de unos 2.000 euros que cuesta este proceso.
«El reloj biológico afecta a la mujer en su conjunto, no solo a sus óvulos, con el añadido de que esta técnica conlleva otros daños colaterales debido a que para poder recoger los óvulos, es necesaria la estimulación ovárica y la punción folicular, con sus consiguientes riesgos».
Este ofrecimiento invita a tomar la decisión de retrasar la maternidad que desvirtúa la venida al mundo de algunos niños, que serán fruto de un oportuno momento laboral, y no personal.
Pero, precisamente es en la juventud cuando el cuerpo de la mujer está preparado para ser madre, y posponer esta llamada de la naturaleza no la hará más feliz.
Esto trae también otro cambio social ya que el mayor número de mujeres que recurren a esta técnica corresponde a mujeres de más de 40 años y sin pareja, es decir, mayores y solas, privando al hijo así también de una familia completa y del referente del padre, por decisión propia, no por un acontecimiento. El aumento de familias monoparentales es ya un problema, por las consecuencias que trae esta soledad en los niños, así como una edad a la que deberían ser casi abuelas. Esto también es una manipulación de su maternidad, convertida en un deseo a satisfacer que no piensa realmente en lo mejor para su hijo, solo en el deseo de tenerlo….¿por qué no adoptar a un niños que ya está en el mundo?
La maternidad hace que la mujer piense menos en ella para pensar en ellos, amplia la mira y el horizonte de nuestros actos y nuestro amor, y esto entra en total contradicción con el mensaje que se le da a las mujeres, y por supuesto, con el poder que se les vende que tienen. ¿Para qué es ese poder? para ir en contra de ellas, la más grande de las trampas porque disfraza de elección personal lo que la ideología les impone.
Cuando se intenta jugar con la naturaleza, esta siempre pasa factura, aunque parezca que unas naturalezas valen más que otras. …y lo que está pasando con la naturaleza ¿no va a pasar también con la nuestra?
El embarazo no es una enfermedad
Otra falacia más es la del aborto, al que llaman: salud sexual y reproductiva de las personas, parejas y familias siendo una de las mayores incongruencias de la OMS. Si no hay vida, no hay familia. Si algo rompe el corazón, ¿qué salud implica?, si no cura nada sino que mata ¿qué salud conlleva su práctica?
Además, hablar de que esta política sea determinante para el desarrollo social y económico de las comunidades como argumenta, deja muy bajo el nivel de esta organización, más vale que no existiera. Para este organismo, el acceso universal a la información y a los servicios de salud sexual y reproductiva es fundamental para la salud individual y comunitaria, así como la salvaguarda de los «derechos humanos», lo cual demuestra la empanada mental de algunos organismos internacionales. Parece un error de escritura, pero no es así. Todo está pensado y como se suele decir: «difama que algo quedará» y aquí sería: «miente, que algo se tragarán».
“A raíz de la pandemia de COVID-19 y basándose en las lecciones aprendidas de anteriores brotes de enfermedades, en que los servicios de salud sexual y reproductiva se han visto gravemente trastornados, y que han llevado a la población a sentirse desprotegida y a exponerse a riesgos para la salud que podrán prevenirse, la OMS ha incluido la atención integral para el aborto en la lista de servicios de salud esenciales en algunas publicaciones técnicas recientes. La atención integral para el aborto incluye el suministro de información, la gestión del aborto (incluido el aborto provocado), y la atención relacionada con la pérdida del embarazo o el aborto espontáneo y la atención posterior al aborto. Fortalecer el acceso a la atención integral para el aborto dentro del sistema de salud es fundamental para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la buena salud y el bienestar (ODS3) y la igualdad de género (ODS5)… La importancia para la salud de la calidad de la atención para el aborto se subraya igualmente en la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente de las Naciones Unidas, que incluye intervenciones con base empírica para el aborto y la atención posterior al aborto como una forma eficaz de ayudar a las personas a prosperar y a las comunidades a transformarse.”
Todo esto y mucho más es lo que la OMS dice en el Resumen ejecutivo sobre el aborto de 2022 (1).
Hablar de salud de la mujer, del niño y el adolescente en el contexto del aborto es una «paranoia» total, pero parece rellenar folios y mensajes. Y estos mensajes calan. Hablar del embarazo como si fuera una enfermedad es la manifestación de que este organismo dedicado supuestamente a la salud ha perdido el norte, así que no me extraña que las empresas recomienden algo que las beneficia. Serán los responsables de las desafortunadas decisiones de muchas mujeres y de los desastres sociales que trae no reconocer el valor de la maternidad en la sociedad…
Nosotros preferimos defender la maternidad, sea física o no, de la mujer, eso que nos diferencia y ayuda a la sociedad a crecer, a que tenga un futuro. La venida de una nueva vida al mundo, lejos de ser un problema, y menos una enfermedad, es una oportunidad, un reto, y una esperanza. La vida siempre es esperanza y lucharemos por un mundo mejor que dejar a los niños que sí han tenido padres valientes que les dieron una oportunidad.
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