Objetivo: la Paz en oriente medio
Desde el 29 de septiembre al día 10 del pasado octubre, las mujeres de Woman Wage Peace, se pusieron en marcha un año más para pedir la paz entre israelitas y palestinos.
La marcha fue denunciada por el grupo terrorista Hamas, así como por como una rama Palestina (BDS) que aboga por el boicot, la desinversión y sanciones contra Israel acusando a los palestinos de querer normalizar las relaciones con Israel. Hamas llamó a todos los Palestinos a enfrentarse a la marcha y aislar a quienes la organizan, menos mal que esta llamada no tuvo efecto y la marcha se desarrolló sin incidentes y con una gran afluencia de gente, en su mayoría mujeres.
En esta ocasión también participó un Comité de la Organización para la Liberación de Palestina (PLO) formado para la interacción con la sociedad israelí, quienes enviaron más de 20 autobuses de mujeres palestinas para participar en la marcha. Mahmoud Abbas, envió una carta a las organizadoras abogando por la creación de un estado palestino que viva en paz con Israel.
Parece que un año después de la primera marcha, la semilla de la paz sembrada por las mujeres, cansadas de tanto horror, está dando su fruto, por lo menos está demostrando que el diálogo es posible y que la paz está por encima de las diferencias.
Otra de las organizaciones enfrentadas fue el Comité Nacional Palestino de la campaña internacional BDS, quién denunció la “normalización feminista de la marcha” y llamó también al boicot de esta iniciativa. Para ellos la palabra “normalización” tiene una significado mucho peor de lo que pensamos, es el «arma para entrar en la mente de las personas» y paradójicamente consideran estas iniciativas una decepción más que una ilusión, así como la primera vía para posibilitar la ocupación palestina y destruir la conciencia nacional. De sus palabras queda claro la intención de no salir de la guerra.
Pero todos estos enfrentamientos no desaniman ni paralizan a la mujeres, para las organizadoras de la marcha solo hay que buscar los puntos en común, y algo básico a lo que todos aspiramos como es la seguridad para nosotros mismos y para nuestros hijos. Intentan enviar una señal a los que ostentan el poder en ambos lados para que sean conscientes del gran deseo de paz que hay tanto para unos como para otros.
Además esta marcha tiene cierta reivindicación del papel de la mujer en las conversaciones, y por tanto podría decirse que sería una reivindicación también feminista, ya que defiende que la mujer debería estar igualmente representada en todos los ámbitos de la toma de decisiones respecto al proceso de paz, recordando que Israel fue uno de los primeros en firmar la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
En palabras de Michal Froman, una mujer de religión judía que vive en un asentamiento y que fue apuñalada el año pasado por un palestino mientras estaba embarazada, “debemos ir juntos para alcanzar la paz que todos deseamos”, “como mujer religiosa, creo que no creer en la paz es no creer en Dios”. Diciendo esto echaba por tierra cualquier tipo de conflicto religioso, volcándolo en la estricta responsabilidad política de ausencia de diálogo.
En el discurso final, a la llegada de las manifestantes, participaron mujeres de distintas religiones, incluidas israelitas musulmanas, y fueron precisamente estas quienes recordaron que llevan 70 años pidiendo la paz. Una de las personas que habló fue Shakib Shannan, cuyo hijo fue asesinado el 14 de julio, en un ataque a dos policías que también murieron en en Templo de Mount. Demostrando que a pesar del dolor, perdonan y piden Paz.
Fuentes :www.politicsofhope.com, Time of Jerusalem
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