Reivindicamos nuestro derecho a ser NOSOTRAS, y no como la sociedad o ciertos colectivos quieren que seamos
Es una pena que el día de la mujer se haya transformado en un circo de oportunismo político y la huelga convocada con un matiz de feminismo radical, con el aborto y la ideología de género como bandera (cuyos objetivos destrozan la antropología del hombre), haya manipulado el sentido de celebrar ese día, eclipsando el verdadero valor de la mujer.
Las aspiraciones de los inicios de estas manifestaciones, allá por 1857, nada tienen que ver con lo que se está apoyando actualmente, incluidos sindicatos como CNT, CGT, UGT y CCOO.
Creo que el día de la mujer “es todos los días”, porque lo que somos se demuestra en el día a día.
El 8 de marzo debería ser un día para ensalzar las cualidades puramente femeninas, los valores que aportamos a la sociedad y que podrían ayudar a mejorar las empresas y el mundo, de hacer propuestas serias sobre la igualdad de oportunidades, pedir el apoyo de políticas que favorezcan todos los aspectos que realmente nos preocupan y afectan de verdad a todas las mujeres, o denunciar el trato que reciben algunas mujeres en otros países, pero en lugar de eso se convierte en un círculo de disparates en el cual el hombre es la causa de todos los males. En palabras de la alcaldesa de Madrid en un acto relacionado con el 8-M, afirmaba que la violencia está en el ADN de los hombres, decía que de un crimen machista “se culpa a la persona concreta” que lo ha cometido y que lo esencial para resolver la violencia es darse cuenta de que está “fundamentalmente incardinada en lo que es el ADN de la masculinidad”. Se podría decir entonces que al estar en su ADN, no se puede remediar y no hay nada que hacer … no sabemos si esta señora quiere deshacerse de ellos, aspirando a una situación en igual desigualdad que la que denuncia.
Pero la igualdad es para todos.
Que la mujer y el hombre tienen la misma dignidad y en base a la misma, los mismos derechos …y obligaciones es un hecho indiscutible que hay que proteger. Que la igualdad efectiva, sobretodo a nivel profesional, no se ha alcanzado todavía, también es un hecho, la brecha salarial todavía existe, aunque en España es inferior (15%) a la de la Unión europea (16,3%) y a la de países como Alemania (22%), Austria (21,7%) o Reino Unido (20,8%).
Que la mujer tiene derecho a una carrera profesional, eso nadie lo duda, pero para ello hay que ayudarla. El principal punto en la desigualdad es la maternidad, que empieza a provocar situaciones que van desde la discriminación laboral por embarazo, la complicación en la conciliación laboral-familiar, hasta retrasar embarazos deseados o incluso a cometer abortos no queridos. Correspondería a las instituciones proteger la maternidad con medidas que la cuiden, así como una verdadera conciliación, favoreciendo la flexibilidad para conseguir horarios a tiempo parcial, lugares de trabajo y jornadas flexibles, videoconferencias etc.
¿Por qué debe protegerse la maternidad?
Porque es una faceta que acompaña a la naturaleza de la mujer, y si queremos ser mujeres completas, en igualdad, hay que respetarlo y cuidarlo para que no sea una lacra. Hay que rescatar el verdadero valor de la maternidad.
Porque tener hijos es el futuro de la sociedad y poderlos cuidar y educar asegura una sociedad más estable. Actualmente España está con pirámide de población invertida, con una media de 1,37 hijos. Esto es, desde todos los puntos de vista, económicos, social etc. un desastre.
Porque apoyar a la mujer en su faceta más específica es ayudar a conseguir la igualdad.
La verdadera reivindicación para conseguir la igualdad de la mujer pasa por el apoyo a la maternidad, así como a la conciliación familiar y laboral para todos. Porque demostrar que podemos trabajar, investigar, educar, descubrir, emprender…, y todo lo que se le pueda ocurrir a uno, ya se ha hecho.
Mientras tanto, los sindicatos se pierden en huelgas absurdas…
“La esperanza de un mundo seguro y habitable recae en disciplinados inconformistas que se dedican a la justicia, la paz y la fraternidad”. Martin Luther King
Parece que la igualdad es poder ocupar los mismos puestos que ha venido ocupando el hombre. Pero creo que es más sencillo, es ser lo que queramos ser, madres, médicos, abogados, directivas, ingenieras, bailarinas o titiriteras en libertad, eso es igualdad, el derecho a elegir libremente lo que queramos ser.
La política de cuotas no es efectiva porque es pensar que no podemos hacerlo, no haber conseguido un puesto por méritos propios o preparación, siempre puede ser cuestionado. No tiene sentido hablar de imposiciones, pero sí de apoyo a que podamos vivir lo que somos como mujeres, en todas las facetas.
“Nunca he creído que por ser mujer deba tener tratos especiales, de creerlo estaría reconociendo que soy inferior al hombre, y no soy inferior a ninguno de ellos”. Marie Curie
Se nos olvida que la lucha que empezó por el reconocimiento de la dignidad hace ya más de un siglo, y que sirvió de referencia para la celebración de este día, es una lucha que sigue existiendo en otros países del mundo. Las mismas situaciones infrahumanas de muchas mujeres sometidas a situaciones de abuso, violencia y maltrato, sin posibilidades para estudiar o salir de ese círculo donde se encuentran, donde no las dejan ser lo que ya son.
Pero eso no está en las reivindicaciones de este día famoso, ni la solidaridad, apoyo o denuncia de esas situaciones. Están lejos, y suele afectar a países con los que nadie se atreve por su religión.
Voy a contar una historia real. A raíz de la publicación de la entrevista de Roya Mahbood, se ofreció a colaborar con la revista una chica musulmana que vivía en la India, para ofrecer la visión de la mujer allí. Empezó enviando algunos escritos de su época de niña, con sus hermanos… todo normal, hasta que un día se pone en contacto para decir que no puede escribir nada más, que lo borre todo por favor y no publique nada de ella, que no podía decirme nada… Realmente no había nada que publicar, todo era normal, pero ella estaba agobiada.
Mientras esto no cambie en el mundo, no importa que estemos en puestos directivos o que seamos ingenieras o CEO como es ella. La igualdad no es un puesto en un escalafón, es la libertad.
Y mientras las mujeres en el mundo, aunque sea en otros países alejados, no puedan estudiar, hablar o salir a la calle, o no tener que abortar para no estar en una competición…nuestra lucha no sirve de nada.
“Lo que afecta a uno directamente, afecta a todos indirectamente. No puedo ser lo que debo ser hasta que tú seas lo que deberías ser. Esta es la estructura interrelacionada de la realidad”. Martin Luther King
Esta igualdad se conseguirá con la ayuda y el esfuerzo de todos, en un proceso educativo en todos los ámbitos, incluso con el ejemplo de mujeres de otras partes del mundo. La mujer es el motor de África, y todas las ayudas van dirigidas a la mujer porque es la que tiene la fuerza, los valores del esfuerzo y la vida y cuida de la familia. Si ella crece, todos se benefician.
Educar en igualdad es educar en el día a día con el ejemplo, luchando por los derechos humanos en todo el mundo, por una sociedad más justa y en paz, que haga posible que se consiga la igualdad entre hombres y mujeres.
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