Dicen que no hay líderes sin seguidores. Dicen que no hay seguidores sin un líder al que admirar, que le inspire y que dé sentido a su trabajo, a su vida o a sus esfuerzos. Conseguir los objetivos es más fácil en equipo, sobre todo con un buen equipo.
Lo que puede conseguir un grupo es mucho mayor que lo que puede conseguir uno solo, por eso, el líder ha de tener muy en cuenta a su equipo de seguidores para llegar más lejos.
Queremos explicar algunas acciones del líder hacia el equipo, y como siempre, te lo contamos desde dos perspectivas:
Desde la mirada externa
¿Por qué es importante el equipo para el líder? ¿Qué queremos que muestre y transmita al equipo? ¿Cómo queremos que se le vea dentro del equipo?
- El líder se apoya en el equipo. Cuando estamos solos y no sabemos algo, buscamos la forma de obtener soluciones o respuestas, fomentando nuestra autonomía. Sin embargo, cuando tenemos un equipo y no sabemos algo, lo decimos en alto, compartiéndolo con los demás. Esto además de mostrar nuestra humildad, hará que algún miembro del equipo más cualificado que nosotros en el tema nos ofrezca su ayuda, con sus ideas, nuevas propuestas o la solución de lo planteado. Además, cuando el equipo se compone de las personas adecuadas, hace de soporte del líder. Cuando las fuerzas flaquean, será el equipo el que le devuelva al líder el coraje de seguir adelante.
«El liderazgo no trata de ocupar un cargo, el liderazgo trata de cuidar de aquellos que tienes a cargo» Simon Sinek («Together is better)
- El líder crea la empresa perfecta para cada miembro del equipo. Hasta ahora el líder trataba de conseguir sus ideales y sueños por sí mismo. Ahora, la oportunidad se presenta consiguiendo crear en los demás un sueño o un ideal por el que trabajar. Y personalizarlo para cada uno. Esto se puede bajar al día a día, atendiendo la individualidad de cada miembro del equipo, teniendo en cuenta su talento y los beneficios sociales que pueden interesarle. Por ejemplo: ofrecerle salir antes si tiene hijos, permitirle trabajar desde casa si vive lejos de la oficina, proporcionarle un seguro médico si es una persona de mayor edad, o animarle a participar en proyectos en los que tiene un gran talento o un hobby…
- El líder confía en que cada miembro del equipo hace su trabajo.No es lo mismo decir a los colaboradores lo que tienen que hacer, que confiar en que harán su trabajo. Cuando mandamos hacer un trabajo tal y como lo queremos, no dejamos libertad de maniobra, de innovación, de creatividad a nuestro equipo. Serán meros trabajadores cumpliendo una tarea. Para eso se está creando a través de la inteligencia artificial el que las máquinas hagan exactamente las cosas como nosotros queremos. Hoy en día, funcionará mejor al líder el hecho de proponer temas y dejar que el equipo lo estudie, encontrar juntos las mejores propuestas, repartirse el trabajo, cuadrar tiempos de desarrollo del mismo y así fomentar el compromiso.
- El líder transmite el valor de cuidar lo que hacemos por los demás. ¿Qué legado queremos dejar? ¿Qué queremos que recuerden de nosotros? Es una buena pregunta. De vez en cuando está bien que como líderes nos preguntemos qué estamos ofreciendo a los demás: dinero en el banco, miles de e-mails, frustraciones por falsas expectativas… ¿O preferimos dejar sonrisas en nuestros hijos, buenos recuerdos en nuestros compañeros, un cierto impacto positivo en las personas de nuestro entorno y de nuestra sociedad?
Desde la mirada interna
¿Y qué siente el líder cuando trabaja con su equipo?
- Orgullo: Una de las cosas más importantes que vive el verdadero líder es mirar con orgullo los avances de los miembros de su equipo. Se siente orgulloso de su equipo, por ejemplo, cuando tenemos la oportunidad de ver que el equipo llega más allá de lo que incluso ellos mismos pensaban, cuando resuelven juntos algo que parecía complejo o imposible, cuando se ayudan unos a otros, cuando empiezan a entenderse de manera cómplice entre ellos, cuando logran el éxito…
- Amor: Cada vez es más importante que los líderes quieran a los miembros del equipo. Que quieran que estén en sus equipos, que quieran que se desarrollen y crezcan con nosotros, que puedan dar lo mejor de sí mismos. Y con este sentido de amor, podremos ofrecer un mejor mentoring y formación adecuada a sus necesidades. Es, por hacer un símil, como haría cualquier padre con sus hijos. Queremos verles contentos, aprovechar su talento, ganar mucho… Si el equipo gana, el líder gana. De ahí la necesidad actual de servicio por parte del líder a sus equipos.
«La mente puede ser convencida, el corazón ha de ser ganado» Simon Sinek
- Humildad: Una de las principales fortalezas del líder es reconocer las debilidades propias y las del equipo, con aceptación y sin castigarlas. Cuando un líder reconoce sus carencias dentro del equipo requiere coraje y fuerza interior porque abre la puerta a ser criticado, juzgado o rechazado.
Además, un líder que trabaja la humildad con los miembros de su equipo no se cree más que nadie y hace sumar al equipo, siendo proveedor, actuando de mediador, resolviendo dudas si las conoce, apoyando y ayudando al equipo en lo que le sea necesario.
Lo que mueve al líder es la inquietud de conocer, lograr, crear algo diferente de lo que tiene o conoce hasta el momento. Y para conseguirlo, no hay que imaginarlo solamente, hay que llevarlo a cabo, ponerse en marcha. Una vez que se pone en marcha es cuando puede saber a quién necesita para acompañarle en su recorrido, o cuando los demás, al ver su entusiasmo o conocer su sueño, se suman a vivirlo.
El líder de hoy no es ajeno al equipo, es uno más, solo que con un rol diferente: El líder que trabaja con el equipo.
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