Hace unos días tuvo lugar la celebración del 40º aniversario de la Fundación Reina Sofía. Celebración que pone de relieve la dedicación durante cuarenta años de trabajos y preocupación por las personas más necesitadas, y recordando las palabras de Doña Sofía, “con el propósito de apoyar a los más desfavorecidos y con la satisfacción de poder paliar el sufrimiento, allí donde se encuentra”.
La Fundación Reina Sofía nació el 17 de mayo de 1977 con un pequeño capital aportado por su Majestad la Reina y con unos objetivos muy claros. En sus Estatutos se recoge la intención de promocionar, ayudar y desarrollar actuaciones frente a las necesidades, tanto físicas como espirituales, de toda clase de hombres y mujeres, ayudando así a su integración en la comunidad social, estimulando y defendiendo los derechos y aspiraciones legítimas de los ciudadanos, así como a la manifestación de las letras, el arte, las ciencias, las tradiciones características regionales y locales, el tesoro artístico y cultural de España, la capacitación humana, técnica y profesional, el medio ambiente y, en general, todo cuanto suponga una idea de progreso, bienestar y justicia.
Su hijo, el Rey Felipe VI, durante el cariñoso discurso de conmemoración de este aniversario, reconoció el gran ejemplo que la Reina Sofía ha venido dando a todos con su trabajo y su ayuda, y no sólo en relación a un ámbito estrictamente material. Manifestó su admiración por su madre, resaltando cómo “este aniversario pone de relieve vuestra gran humanidad y vuestro compromiso con los más desfavorecidos”. Tras valorar su ejecutoria, aprovechó para reiterar “el compromiso de la Corona, como no podía ser de otra manera, con las personas más vulnerables. Un compromiso del que esta Fundación es sin duda una expresión muy querida y entrañable”.
El rostro y la sonrisa de la Reina en todos y cada uno de los actos en los que ha participado, la forma en la que su mirada nos ha acercado a la problemática de las personas a las que escuchaba, han sido, sin duda, la forma con la que ha hecho partícipe de su labor a muchos españoles.
Es justo resaltar que la humanidad de su entrega, el empuje y la actividad de la Fundación no sólo no se ha estancado nunca, sino que ha evolucionado con los tiempos, acoplándose a lo largo de estos años a las necesidades más imperantes en cada momento. Como la Reina explicó en su discurso, “esta Fundación, a lo largo de los años, ha ido buscando nuevas áreas de trabajo con necesidades acuciantes de nuestra sociedad, tan diferentes a las de aquellos días, no sólo en nuestro país, sino fuera de nuestras fronteras”. Su Majestad reconoció la ayuda del Rey Juan Carlos, su apoyo y cariño al darle la oportunidad de crear su propia Fundación, así como a los Patronos que le ayudaron a iniciar este largo camino y a todas las personas que “han ayudado durante estos años, tanto en la ejecución de Proyectos, como en la financiación de nuestras ideas, con el propósito de apoyar a los más desfavorecidos, y con la satisfacción de poder paliar el sufrimiento allí donde se encuentre”.
Seguidamente, expresó su ilusión por el futuro con las siguientes palabras:
“Os pido que continuéis apoyando la labor que he intentado hacer desde mi Fundación. Todos juntos podríamos vencer la indiferencia que muchas veces las sociedades avanzadas hemos sido incapaces de doblegar”.
En aquellos años iniciales, recordaba Doña Sofía en su prolijo discurso, “los objetivos de la Fundación, recogidos en sus estatutos, cubrían diferentes ámbitos de trabajo, con la finalidad de lograr un desarrollo integral de la persona”, centrándose en mitigar situaciones personales o familiares que llegaban al conocimiento de la Fundación. A raíz de la promulgación de la primera Ley de Fundaciones de 1994, y como Su Majestad explicó, “dejamos las ayudas individuales para poder empezar un nueva etapa con la colaboración de organizaciones de reconocido prestigio y, de alguna manera, profesionalizar nuestra tarea a través de proyectos y organizaciones expertas en distintos campos de actuación”. Aquella época coincidió también con los viajes de la Agencia de Cooperación Internacional y Desarrollo, AECID, realizando 25 viajes en 50 países.
Por otro lado, y al mismo tiempo que cambiaba la Legislación sobre Fundaciones, el 17 de diciembre de 2002 se presentó en el Palacio del Pardo el denominado Proyecto Alzheimer, materializándose el mismo en marzo del 2007 en el Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, que este año también cumplía su décimo aniversario. Desde aquí se ofrece ayuda para combatir esta enfermedad de una forma integral, trabajando desde tres ángulos complementarios como son la investigación, formación y servicio asistencial para enfermos, contando con una residencia para enfermos, un centro de día, un centro de formación de personal sanitario, familiares y voluntarios, y una unidad de investigación de la enfermedad. Convirtiéndose así un uno de los proyectos insignia de la Fundación.
Dicho Centro se llevó a cabo con la colaboración de la Comunidad de Madrid, la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, a través de la Fundación CIEN, y a las distintas administraciones como el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Sanidad, Consumo e Igualdad.
Con el corazón siempre puesto en atender las necesidades de las personas, la crisis económica fue la causante de que la actuación de la Fundación se centrara, en esta última etapa, en las nuevas urgencias que se plantearon a partir de la misma, volcando así sus esfuerzos de forma prioritaria en España, a la vez que colaboraba con los Bancos de Alimentos, Cáritas, Cruz Roja etc.. ; esto se hizo sin dejar de ayudar a la investigación de todas las enfermedades Neurodegenerativas, además del Alzheimer, como el Parkinson, Huntington etc.
En su discurso la Reina animaba a ”vencer a la enfermedad, contra la que seguiremos luchando, como se verá en la presentación de nuestra nueva campaña” y “ampliar nuestra actividad en la lucha contra el resto de enfermedades neurodegenerativas, que son probablemente las más difíciles de combatir, por originarse en la parte de nuestro cuerpo más desconocida: el cerebro”.
Durante estos 40 años se han llevado a cabo 153 proyectos distribuidos en seis áreas de actuación: Acción social con 65 proyectos detrás de los cuales hay personas y vidas, Salud, con 44 proyectos incluidos la construcción y equipamiento del Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía y los proyectos de investigación en Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas, y los 29 de Educación, además de los proyectos de la Mujer dirigidos a mejorar su educación y posibilidades en el mundo, Agricultura y Medio Ambiente.
“ Aún queda mucho por hacer, pero todos juntos lo lograremos”
El Plan de Actuación para 2017 contempla, sobre todo, la gestión de proyectos relacionados con la lucha contra el Alzheimer, entre los que destacan la ejecución del Proyecto Vallecas sobre la búsqueda de marcadores para su diagnóstico precoz, iniciativas relacionadas con la sensibilización social respecto a esta enfermedad, aportaciones para becas de investigación, y lpor último, la organización del Global Summit Alzheimer´s Research and Care Lisbon 2017 que tendrá lugar el próximo 21 de septiembre), y donde se reunirán 80 expertos de todo el mundo en el ámbito de la investigación científica y los cuidados socio-sanitarios relacionados tanto con esta enfermedad, como con otras enfermedades neurodegenerativas, con la participación de premios Nobel de Medicina, como Richard Axel y John O´Keefe.
La Misión es su último proyecto y trata de concienciar a la sociedad de esta enfermedad, para poder avanzar todos juntos.
Fotografía: copy right “Casa S.M. el Rey”.
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