«Me permito insistir en el valor de la acogida porque su carácter global expresa el carácter propio de la virtud más grande, a la que todos los valores de la vida hacen referencia: la virtud de la Caridad, es decir, del amor gratuito, del amor que no nace y no se sostiene por un cálculo o por una recompensa, aunque pueda existir una recompensa…» Esto nos dice Luigi Giussani en “El Milagro de la Hospitalidad”, capítulo 6.
Es otra forma de colaborar para hacer un mundo mejor, si mejoran las personas y sus oportunidades, el mundo tendrá también otra oportunidad…
Como otro verano más, desde junio de 2003, están a punto de llegar en unos días, los niños de Orfanatos y familias muy pobres de Ucrania. Algunos han crecido viniendo todos los años, pasan en España las Navidades y el verano, y gracias a las familias acogedoras de esta Asociación, han crecido no sólo en edad, talla y salud, sino como personas, debido al amor que reciben aquí.
La contaminación de isótopos radioactivos de la catástrofe de Chernóbil, tardará 25.000 años en desaparecer.
Todos ellos viven situaciones vulnerables, y en muchos casos, los factores ambientales hacen que muchos lleguen a enfermar. La contaminación de isótopos radioactivos de la catástrofe de Chernóbil, tardará 25.000 años en desaparecer. Dos meses de buen clima y alimento, equivalen a dos meses más de esperanza de vida, según el Instituto Epidemiólogo de varias regiones de cranianas.
Esta asociación es la única cuya ayuda llega a las regiones más alejadas de ese país, como es el caso del orfanato de Lugutina, y por tanto también más olvidadas y con menos medios.
Además del acogimiento, esta ONG colabora en la mejora de vida de estos niños, a través de la Ayuda Humanitaria que envía a los orfanatos de diferentes formas: arreglos de instalaciones y dormitorios, cocinas, aseos, medicamentos y vitaminas, ropa de abrigo y zapatos, furgonetas para trasladar a los niños al médico, y por último la implantación de talleres de peluquería, costura, madera y bricolaje. Incluso se ha llegado a pagar el gas para que pudieran pasar el invierno, indispensable cuando se llega a los 31 grados bajo cero.
Los talleres se están poniendo en marcha para poder dar un futuro a los niños cuando salgan de los orfanatos. Si tienen una orientación profesional, cuando tengan que empezar a vivir de forma independiente, no caerán en las mafias.
Hay tanto por hacer… Además en estos países el principal problema es el alcoholismo de los adultos, los niños tienen que ver otros patrones para no repetir conductas, está demostrado que , aunque se sufran las consecuencias , se vuelve a caer en los mismos comportamientos, ya que no se conocen otros. Este círculo sólo cambia cuando el niño conoce el verdadero amor y otras conductas, se siente querido, y por tanto seguro, y ve que hay otras formas de vivir y se puede luchar por ellas.
En palabras de su presidenta, Lola Pérez Vázquez, “luchamos con constancia y coraje, contra todos los obstáculos, por que la pobreza infantil hoy día es SIMPLEMENTE INTOLERABLE”…”este cariño, proporciona al menor autoestima, al considerarse digno de ser querido, de ser amado por otros seres humanos y, por último, la de creer que la vida merece la pena”.
Pero ¿qué opinan los niños?
En una entrevista a Iván, un niño de 17 años, que lleva viniendo a España desde 2005, y que ya salió del orfanato y vive en un piso tutelado, cuenta que la relación con su madre de acogida “es buena, me ha dado más cariño, un amor de madre que no he podido conocer, me ha dado el fundamento, muchas cosas”. Iván está estudiando reparación de madera y construcción, pero él querría estudiar derecho .
Ante la pregunta si tuvo miedo la primera vez, contesta “un poquito porque es algo nuevo, diferente. Y estamos en un país donde los niños de orfanato han tenido experiencias malas y se han asustado mucho en sus vidas. Eso lo tienen que entender las familias”. Cuando le preguntan acerca de cuando tiene que volver a su tierra, Iván cuenta que “tiene tristeza, no se quiere ir, es como si tuviera una familia desde el principio, me han dado pensamientos positivos.”
CARTA DE UNA HERMANA DE ACOGIDA
Con solo 7 años y una mochila en la espalda cargada de emociones fuertes, llegaste aquí...eras solo un niño. El primer verano fue duro, no entendíamos el idioma, la comunicación era difícil, pero aún así eras el pequeño de la casa. Te costó adaptarte y a nosotros adaptarnos a tí, pero nunca me arrepentiré de haberle dicho dicho a mi madre aquellas Navidades del 2005, démosle una oportunidad, y volviste a llegar. Eras tan chiquitito y tan guapo... te acogimos con mucho cariño. Al cabo del tiempo ya hablabas español y cada vez con más soltura , aprendiste cosas de aquí y aprendiste a comportarte genial, he pasado unos momentos contigo inolvidables para mí porque pude disfrutar de ti como un hermano. Me sentía orgullosa de poder enseñarte y de poder darte ese cariño que en algunos momentos difíciles te faltó. Pasan los años te haces cada vez mas mayor y sigo teniendo la oportunidad de volver a verte de que vengas aquí a nuestra casa y disfrutes como nunca has disfrutado... me siento tan feliz. Es una pena que no pudiéramos llegar adoptarte y que ahora mismo estuvieras aquí conmigo pero sigues teniendo la oportunidad de venir de acogida y de seguir disfrutando y yo disfrutando de tí. Todos estos años que he pasado contigo no los cambio por nada, desde esos 7 años revoltosos hasta los 15 que tienes ahora. Ya eres un hombre al lado mía, ya me alcanzaste la altura cuando casi me llegabas por la cintura. Esta Navidad, por ahora, vienes otra vez a disfrutar con nosotros. Sé que nos es seguro que sigas viniendo aunque para mí sería un sueño, pero pase lo que pase, te llevaré en mi corazón y en mi vida siempre, y espero que seas feliz como nunca, y espero verte y saber de tí siempre, ojalá. En mí queda la esperanza de que sigas viniendo o que puedas quedarte aquí con nosotros. Porque muy orgullosa puedo decirte: ¡Te quiero, hermano!